Lo malo de los eufemismos es que , puesto que únicamente sirven para renombrar de manera suavizada aquello que, por lo que sea, incomoda llamar por su propio nombre (por la crudeza o literalidad casi hiriente de la idea que designa) no tienen mayor poder sobre la realidad que ese: el meramente definitorio. Así, si por no decir «rearme» nos viésemos obligados (es un poner) a utilizar el sintagma «salto tecnológico», voluntad presidencial mediante con la loable intención de no alarmar o zaherir, para referirnos a la compra de misiles y drones por parte de Europa para fortalecer su plan de defensa, la realidad sería, sin embargo, la misma: que se estaría invirtiendo dinero en misiles y drones. En poco...
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