En la actualidad se prioriza el consumo de carnes blancas sobre las rojas, por los riesgos asociados al exceso. ¿Cuánto se debe comer por semana?
Adoptar hábitos alimenticios saludables implica seguir una dieta balanceada que incluya una variedad de alimentos como frutas, verduras y carnes. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el exceso de ciertos alimentos, aunque sean saludables, puede tener repercusiones negativas para la salud.
Un ejemplo claro es el caso de las carnes rojas, cuya recomendación de consumo fue evolucionando en los últimos años. En la actualidad se prioriza el consumo de carnes blancas sobre las rojas, advirtiendo sobre los riesgos asociados al exceso de estas últimas.
¿Cuánta carne se puede comer a la semana?
Según la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC), se aconseja limitar el consumo de carne a no más de 125 gramos por semana, lo que implica reservarla para unas pocas ocasiones a lo largo de la semana, entre dos y cuatro veces.
Esta recomendación tiene su fundamento en el balance entre los nutrientes que aporta la carne y los posibles riesgos para la salud. Aunque las carnes rojas son ricas en hierro y proteínas, también contienen altos niveles de grasas saturadas.
¿Cuales son los beneficios y consecuencias de consumir carne?
Beneficios:
Fuente de Proteínas: la carne es una excelente fuente de proteínas de alta calidad, esenciales para el crecimiento y reparación de tejidos, así como para el buen funcionamiento del sistema inmunológico.
Aporte de nutrientes: contiene una variedad de nutrientes importantes como hierro, zinc, vitamina B12 y ácidos grasos omega-3, que son fundamentales para la salud general del cuerpo.
Sensación de saciedad: su contenido proteico y de grasas saludables puede ayudar a sentirse más saciado después de las comidas, lo que puede contribuir a un control de peso más efectivo.
Diversidad culinaria: la carne proporciona una amplia gama de sabores y texturas que enriquecen las comidas y permiten la creación de una variedad de platos deliciosos.
Consecuencias de comer carne en exceso:
Alto contenido de grasas saturadas: algunos tipos de carne, especialmente las rojas y procesadas, pueden ser altas en grasas saturadas, lo que puede aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas y otros problemas de salud.
Riesgo de enfermedades crónicas: el consumo excesivo de carne, especialmente procesada, se asocia con un mayor riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer.
Impacto ambiental: la producción de carne a gran escala puede tener un impacto significativo en el medio ambiente, contribuyendo a la deforestación, la contaminación del agua y la emisión de gases de efecto invernadero.
Consideraciones éticas: la producción industrial de carne plantea preocupaciones éticas relacionadas con el bienestar animal y la sostenibilidad de los sistemas de cría intensiva.
