Bridgestone pide la apertura de su proceso preventivo de crisis
La filial del mayor fabricante de neumáticos del mundo le solicitó a la Secretaría de Trabajo la apertura de su proceso preventivo de crisis. La causa: la pérdida de mercados de exportación por el feroz conflicto de 2022. Hoy, exporta el 10% de lo que había proyectado cuando invirtió u$s 200 millones en la planta
Bridgestone Argentina, filial del mayor fabricante de neumáticos del mundo, solicitó la apertura del proceso preventivo de crisis (PPC) ante la Secretaría de Trabajo del Ministerio de Capital Humano de la Nación. Es la segunda empresa del sector que pidió este mes ese recurso después de la nacional Fate, que pertenece a la familia Madanes Quintanilla.
En el caso de Bridgestone, según informó la empresa, la razón del pedido, que todavía debe recibir aprobación oficial, es la fuerte caída de actividad que registró debido a la pérdida de sus mercados de exportación como consecuencia de las medidas de fuerza que realizó hace dos años el Sindicato Único de Trabajadores del Neumático Argentino (Sutna).
Extendidas a lo largo de cinco meses, incluyeron paros semanales y virtuales paralizaciones totales de la ex Firestone de Llavallol por la realización de piquetes y bloqueos en sus accesos.
"Bridgestone evaluá constantemente la evolución del negocio para asegurar la competitividad permanente. A partir del extenso conflicto gremial de 2022, sufrimos una pérdida de confianza corporativa que generó la transferencia del volumen de exportación de la Argentina a otras plantas de la región. Como consecuencia, hoy estamos exportando sólo el 10% de lo que proyectábamos", explicó la japonesa, en un comunicado.
"Considerando este contexto, Bridgestone Argentina presentó un proceso preventivo de crisis (PPC) ante la Secretaría de Trabajo del Ministerio de Capital Humano de la Nación, comunicando el objetivo de reducción de producción para focalizar las operaciones en el mercado local", agregó.
"Esta reorganización operacional revierte la expansión realizada en 2021, cuando Bridgestone Argentina incorporó personal para aumentar la productividad y satisfacer las necesidades de exportación a América latina y los Estados Unidos en ese momento", continuó.
"Bridgestone se compromete a mantener una comunicación transparente y respetuosa, y a velar por el bienestar de sus colaboradores durante este proceso", completó.
La empresa ya había encendido luces de alerta en febrero. Ese mes, comunicó unos 80 despidos, sobre una plantel total de 1600 personas, por "una importante caída en la demanda, debido a un contetexto económico difícil, una gran pérdida ne las exportaciones y una significativa caída en la productividad, por reiterados conflictos en nuestra planta de producción". Por esa razón, agregó en ese momento, "hemos tomado la difícil decisión de realizar reducciones en nuestra plantilla".
La reacción del Sutna a esto fueron paros, que se sumaron a las interrupciones de actividad que, por distintas razones, el sindicato continuó haciendo en la fábrica.
Bridgestone es el mayor exportador de neumáticos de la Argentina. En 2013, puso en marcha en el país un plan de inversiones por u$s 220 millones, que se ejecutó hasta 2020. Fue el más importante que la filial recibió en 40 años. Su objetivo era elevar de 12.000 a 18.500 unidades diarias la capacidad de producción, además de una modernización técnica para hacer cubiertas de mayor sofisticación y valor agregado. Esto último le permitiría incrementar su volumen de exportaciones.
Por tal razón, a fines de 2021, de cara a 2022, la empresa había tomado 350 personas, un aumento del 30% de su dotación. Sumó un nuevo turno y elevó su producción un 40%. Pero, por el conflicto que estalló ese año, y que duró de mayo a octubre, llegó a tener niveles de productividad cercanos a los de 2019.
Así, inició 2023 con un volumen de 10.000 neumáticos mensuales. Hoy, según fuentes de la industria, estaría con un nivel de producción incluso menor al de ese momento.
Bridgestone tiene tres grandes negocios en el país: mercado original (provee a la mayoría de las pick-ups que se producen localmente), reposición y exportaciones. La confirmación de que, por esa pérdida de confianza, recién recuperaría los volumenes deseados para este último segmento a fines de 2025 llegó a tomar la decisión de solicitar el PPC.
"La idea es volver a tener exportaciones. Ninguna planta en la Argentina es sostenible sin eso. Pero, antes, necesitamos poder reacomodar la estructura para tener una empresa sustentable en el tiempo", explican en la compañía. Si el Gobierno concede el PPC, se abrirá una instancia de negociación en la que se pondrá todo sobre la mesa. En tal sentido, conocedores de la presentación sugieren que la empresa no apuntaría a recortar puestos ni sueldos -al menos, no como premisa original- pero sí a hacer revisiones y cambios en los métodos de trabajo, que implicarían modificaciones a los términos actuales del convenio colectivo.
En los últimos dos años, además de mercados, Bridgestone Argentina perdió inversiones a manos de otras operaciones de la región. La filial, además, es la única del sector -que no tiene un convenio común, sino por empresa- que está obligada a pagarles a sus empleados un bono por los resultados del año anterior. El año pasado, cada colaborador cobró más de $ 1,2 millones por las ganancias obtenidas en 2022.
Ya en ese momento, Bridgestone, que cumplió con el bono el mismo día que la planta estaba frenada por otro paro, informó que el monto pudo haber sido mayor, ya que su productividad de ese año se había visto perjudicada por el conflicto. En 2024, debido a la performance de 2023, no hubo bono. Fue la primera vez en ocho años que no pudo cumplir con ese pago.
El Sutna reaccionó con la convocatoria a una manifestación frente a la fábrica, inactiva esta semana por una parada de mantenimiento. El gremio que lidera Alejandro Crespo, quien abreva en el Polo Obrero, criticó a la empresa por sustituir producción local con importaciones, pese a que la japonesa sólo importa productos que no se fabrican localmente, como camiones y modelos para SUV de alta gama, y que representan menos del 10% del total de unidades que vende en el país. La filal, de hecho, tiene balanza comercial positiva.
Sin embargo, el sindicato está con la guardia alta. Pese a que consiguió un acuerdo paritario que le cubrió la inflación de junio, hizo sonar sus tambores de guerra una vez más la semana pasada, luego de que el Gobierno, que inicialmente había rechazado el PPC de Fate, abrió una ventana para que la fabricante nacional de cubiertas pudiera negociar su acceso a ese recurso.