Recorte de tasas de la Fed: Powell se prepara para una "decisión trascendental" para la economía de EE.UU.
Jay Powell explicó lo que está en juego para la economía estadounidense hace tres meses, cuando la Reserva Federal avanzaba hacia su primer recorte de tasas de interés desde la pandemia.
"Es una decisión trascendental", reconoció el presidente de la Fed ante la prensa cuando se le preguntó sobre el ritmo de flexibilización en junio, y añadió: "queremos hacerlo bien".
Después de que las dudas sobre la inflación dieran paso a los temores sobre el mercado laboral, la Fed se encamina a la primera de una serie de esperadas rebajas de las tasas de interés que podría anunciar en la reunión de esta semana. Esto supondrá un alivio para los estadounidenses después de más de un año de mantener el precio de los préstamos en un máximo de 23 años del 5,25%-5,5%.
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"Con toda probabilidad, este es el comienzo de un ciclo de relajación que llegará muy lejos y, según ese criterio, esta es una reunión bastante trascendental", aseguró Alan Blinder, que fue vicepresidente de la Fed a principios de la década de 1990 bajo el mando de Alan Greenspan.
Para Powell, la capacidad de la Fed de evitar un empeoramiento de los datos del mercado laboral y lograr un aterrizaje suave [soft landing] será fundamental para pulir su legado de navegar por el sistema financiero global a través de la mayor contracción desde la Gran Depresión y la peor crisis de inflación en décadas.
Los historiadores recuerdan la acción de la Fed bajo el mando de Greenspan como una de las más exitosas del banco central para reducir la inflación sin causar una recesión.
"Fue entonces cuando Greenspan se convirtió en un dios, pero fue fácil en comparación con la situación actual", reconoce Blinder sobre el liderazgo actual de la Fed, que ha tenido que sortear una pandemia, la guerra en Ucrania y unos datos de inflación mucho peores. "Si Powell logra un aterrizaje suave, pasará al Salón de la Fama de la Reserva Federal", sentencia.
El éxito de la Fed podría depender en gran medida de la rapidez con la que lleve a la política monetaria a un terreno más ‘neutral' que no reprima ni estimule el crecimiento. Si la relajación es demasiado rápida, el banco central corre el riesgo de que la inflación alta persista. Si es demasiado lenta, corre el riesgo de infligir daños económicos no deseados.
También están en juego las ganancias históricas de los trabajadores acumuladas tras la pandemia, así como un posible impacto en las elecciones presidenciales estadounidenses de noviembre, que dan a Kamala Harris y Donald Trump un empate en las encuestas.
Encontrar el equilibrio adecuado es lo más importante para las autoridades monetarias. Su primera decisión se conocerá el miércoles, sobre si optar por un recorte de un cuarto de punto o introducir una rebaja de medio punto.
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Los mercados de futuros no descartan ninguno de los dos resultados.
"Hay muchas razones para pensar que la economía estadounidense puede mantener un soft landing con una política adecuada", afirmó Julia Coronado, antigua economista de la Fed que ahora dirige MacroPolicy Perspectives.
Coronado abogó por iniciar el ciclo de recorte de tasas con una reducción de medio punto, y bajar la tasa oficial un punto porcentual completo a lo largo del año. Espera que baje otro 1,5 puntos porcentuales a finales de 2025.
Desde la última reunión de la Fed en julio, cuando varios responsables de la política monetaria consideraron que un recorte de tasas era "plausible", los datos han sido mixtos. La inflación ha retrocedido, pero en cierto modo persiste. Tras un débil informe de empleo en julio, el crecimiento mensual se aceleró en agosto, ya que la tasa de desempleo retrocedió ligeramente. Otros indicadores de la demanda, como las vacantes, han seguido disminuyendo.
En este contexto, más del 90% de los economistas encuestados en el último sondeo de FT-Chicago Booth pensaban que el miércoles la Fed actuaría de forma gradual, con una reducción de un cuarto de punto, lo que significaría un soft landing.
"La comunicación va a ser fundamental aquí", sostiene William English, profesor de Yale y exdirector de la división de asuntos monetarios de la Fed. En su opinión, esta será "tan importante como la decisión que tomen en términos del tamaño del recorte".
"Si hacen 25 [puntos básicos], querrán dejar en claro que no están desesperadamente detrás de la curva ni ajenos a lo que está pasando en la economía, y que se moverán rápidamente si es necesario", dijo. "Si hacen 50, querrán dejar claro que no están en una marcha realmente rápida hacia la neutralidad". "Es fácil meter la pata en ambas direcciones", advirtió English.
Ellen Meade, asesora principal de la junta de gobernadores de la Fed hasta 2021, advirtió de que es probable que ninguna de las opciones tenga un apoyo unánime, como lo han tenido la mayoría de las decisiones anteriores de Powell.
"Los disidentes son realmente tus amigos en la narrativa de la decisión ajustada", dijo, añadiendo que dependía de quién disintiera así como del número de opositores. Más de dos "llamarían mucho la atención", afirmó Meade.
La decisión sobre las tasas también estará acompañada de un conjunto de proyecciones económicas y un diagrama de puntos [dot plot] actualizado que agrega las previsiones individuales de los funcionarios para la tasa de política monetaria.
Si la Fed comienza con un recorte de medio punto, los economistas esperan que la gráfica muestre una reducción completa de un punto porcentual a lo largo del año, lo que sugiere dos recortes más de un cuarto de punto en todas las reuniones restantes.
Una rebaja de un cuarto de punto puede limitar las proyecciones a 0,75 puntos porcentuales durante ese mismo período de tiempo, o correr el riesgo de suscitar preguntas sobre por qué las autoridades no han comenzado introduciendo un ajuste mayor.
Lecciones de la gran inflación
La economía más grande del mundo celebrará las elecciones presidenciales en noviembre, solo siete semanas después de la decisión que se tome la Fed en septiembre.
"El otoño en un año electoral estadounidense siempre entraña riesgos para la Reserva Federal y para todas las agencias del gobierno", advierte Patrick McHenry, presidente republicano del Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes.
La Reserva Federal busca mantenerse alejada de la política y, como ha insistido Powell, el banco central toma sus decisiones basándose únicamente en "los datos, las perspectivas y el balance de riesgos".
Pero Trump ya advirtió a la Reserva Federal que no baje las tasas de interés antes de las elecciones, una opinión de la que algunos republicanos se han distanciado.
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Si Trump gana un segundo mandato, el temor es que intensifique la estrategia antagónica hacia la Reserva Federal que caracterizó su primer mandato para socavar más directamente su independencia.
Aun así, Gary Richardson, historiador del Sistema de la Reserva Federal de 2012 a 2016, cree que hay "muy poco que el presidente puede hacer" si intenta ejercer algún tipo de influencia sobre la Reserva Federal y a sus altos mandos.
McHenry afirmó que "siempre" será partidario de la independencia de la Reserva Federal, que "ha beneficiado al dólar y a la estabilidad de precios a largo plazo".
"Hay muchos riesgos ahí fuera, pero creo que Jay Powell está tan bien posicionado como cualquiera podría estarlo por su comportamiento en el pasado y por las relaciones que ha construido con la gente del Capitolio para capear cualquier tormenta que se le ponga por delante", dijo Donald Kohn, exvicepresidente de la Fed.