Plan económico que gana en el país, ¿no se cambia?
La historia argentina fue hasta ahora un laboratorio económico, con todo tipo de ensayos y pruebas. Hubo planes económicos con fallas de origen y otros que tuvieron fallas de mantenimiento. Lo peor es que a veces, por un contexto internacional positivo, como la soja a u$s 700, planes económicos populistas, de arranque, mostraron resultados positivos, generando la falsa sensación en la sociedad de que eran la línea a seguir. Luego, hubo que esperar 16 o 20 años para que desaparezca el humo y se vea el daño producido. En otras ocasiones, planes bien orientados pero con falta de mantenimiento o un contexto internacional negativo, fracasaban y perdían el apoyo de la sociedad. De nuevo, el país volvía al casillero de inicio.
Los tres dólares (Libre, MEP y CCL) cerraron ayer por debajo de los $1.200. La inflación, por debajo del 4%. El riesgo país en 1121 puntos está a punto de quebrar el nivel más bajo alcanzado en la gestión Milei. Está a la mitad de los valores de hace un año, en la previa de las elecciones presidenciales cuando superó los 2500 puntos. Ayer el Tesoro emitió deuda en pesos a tasa fija a más de un año. El mercado ya no está tan ávido de buscar cobertura contra la suba del dólar oficial o de la inflación. Ven que la inflación irá en descenso y por ello optan por asegurarse una tasa fija "alta", de casi 4% efectivo mensual en pesos.
Javier Milei sorprendió a Luis Caputo el martes cuando le dijo: "voy a tu despacho". El ministro tuvo que bajar rápidamente a la planta baja del ministerio, en la entrada de Hipólito Yrigoyen, a recibirlo. Pablo Quirno fue en camisa, sin tiempo de ponerse el saco. El Presidente arengó y agradeció a secretarios, subsecretarios y empleados de línea del Palacio de Hacienda. Hubo un agradecimiento especial a José Luis Daza y de paso, se eliminaron versiones sin sustento de que el Presidente no comulgaba con su designación dentro del equipo económico.
Desde el Congreso llegaban noticias positivas como el "blindaje", con perdón de la palabra, al veto sobre la ley de financiamiento educativo. Hubo que hacer política y Santiago Caputo recurrió, con el equino exhausto, a Mauricio Macri. El balance del 2024 muestra hasta ahora avances no imaginados como la ley Bases, Boleta Única y desregulaciones de todo tipo, como el fin al monopolio de Intercargo, histórica caja política.
Pero el partido recién empieza. Claramente lo más difícil quedó atrás. Sin embargo, con las altas probabilidades de éxito del plan económico surgen dos riesgos. Uno de ellos es que el propio gobierno se enamore del actual statu quo. Otro es que se recaliente el clima político ante la posibilidad de que queden fuera de la escena jugadores influyentes en lo político.
La convertibilidad es un ejemplo en ese sentido. Generó tantos beneficios económicos de arranque que luego, para abandonarla y flotar como cualquier país normal, traía costos, incertidumbre y temor a perder esos beneficios. Domingo Cavallo sostiene que debería haberse decidido flotar en 1997. Pero ¿quién se hubiera arriesgado a tomar esa decisión ese año? Sólo con el diario de la década después. Uno de los economistas argentinos más respetados en el mundo académico, Martín Uribe, hoy en la Universidad de Columbia, sostiene que mantener el cepo es como circular en auto con el freno de mano puesto. Obviamente se puede circular a baja velocidad, pero son obvias las ventajas de quitarlo.
Y aquí entra en escena el segundo riesgo. Hay muchos dirigentes políticos y sindicales que desean fervientemente que el actual plan económico fracase. No es la primera vez que entran en acción. Y una de las maneras de hacerlo es impulsando directa o indirectamente una suba del dólar. El cepo es también para el gobierno un blindaje, de nuevo perdón por la palabra, a intentos de desestabilización. Recuérdese que la suba del "contado con liqui" en julio fue atribuida en parte al accionar de "manos no amigas".
Por ello es que crece la sensación de que ese freno de mano en el auto quedará varios meses más. Con el correr de las semanas, la incertidumbre sobre el resultado electoral de octubre, las temidas elecciones de medio término, irán ganando peso en las decisiones de inversión. Recuérdese también lo sucedido en 2019 cuando la probabilidad de triunfo en las PASO presidenciales de ese año del kirchnerismo hacía insostenible cualquier plan de estabilización.
Luis Caputo es partidario de levantar el cepo de un día para el otro sólo si se cuenta con un programa con el FMI y fondos adicionales para las reservas del BCRA. Si no se cuenta con ese respaldo del organismo, lo más probable es que el cepo se levante en cómodas cuotas. Del 2018 y 2019 queda el recuerdo del despegue del dólar sin posibilidad o poder de fuego para contenerlo.
Hay en paralelo muchos kioscos por levantar. Llama la atención que subsista aún en la Argentina la ley Penal Cambiaria, que equivale casi a que quien compra un dólar por fuera del mercado pueda ir preso. Insólito. Ello estaría relacionado con el "emprendimiento" de algunos funcionarios de línea en el BCRA con el manejo de los sumarios cambiarios. Incluso cuando se quiso eliminar esa ley, hubo algunos veteranos dirigentes radicales que pidieron mantenerla. Ayer se conoció un proyecto de ley del diputado Alejandro Bongiovani para derogar esa ley, que viene esquivando desde hace décadas todos los intentos en su contra.
El crédito al sector privado viene creciendo al ritmo del 12% mensual. En abril y mayo se confirma que habría tocado piso la caída de la actividad. Pero esto es sólo en lo económico. ¿Y en lo político? ¿Se acabó el conflicto de las universidades? ¿Surgirán nuevos?
Cuando se estima que todo marcha bien es cuando más hay que cuidarse en la Argentina. ¿Qué pasa si gana Kamala Harris en Estados Unidos? ¿Cómo reaccionarían los mercados? Lo mejor es blindarse, de nuevo, con perdón de la palabra.