En medio del conflicto con gremios, el Gobierno reveló que ya recortó más de 33.000 puestos
En medio del conflicto con distintos sectores gremiales, el Gobierno salió a resaltar el impacto que tuvo la motosierra en la planta de los trabajadores estatales. De hecho, el propio ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, publicó en su cuenta de X los movimientos que se vienen dando.
El funcionario destacó que la plantilla estatal sufrió un recorte de 33.291 personas desde el arranque de la gestión, y apuntó que se trata de "la única manera sustentable de bajar la carga de impuestos es bajando el gasto público. Todo el equipo del presidente Javier Milei trabaja para ello".
De acuerdo con los números que difundió el ministro, del total despedido 20.026 pertenecían a la administración centralizada y descentralizada, en tanto que 2.251 al personal militar y de las fuerzas de Seguridad y 11.014 a empresas del Estado.
En cuanto a los mayores recortes, el momento más activo de la motosierra se dio en enero y abril, cuando se recortaron 7607 y 7000 puestos, respectivamente. En todos los casos siempre hay que contar ceses de contratos, retiros voluntarios y jubilaciones.
Según lo que dijo el presidente Javier Milei desde el comienzo de su gestión, su idea era prescindir de 70.000 integrantes de la planta estatal, algo que todavía aparece como lejano.
Según el relevamiento oficial, prácticamente no hubo áreas en las que no se registraran recortes. Así, desaparecieron organismos como el Instituto Nacional contra la Discriminación (INADI), el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) y el Instituto Nacional de Juventudes (INJUVE).
A esto se le deben sumar recortes en algunas de las dependencias del Estado, como el Conicet, el INCAA, la Coneau, el INCUCAI, el ENACOM, la ANMAT y el INTA, que en un principio estuvieron en la lista de la Ley Bases entre los que eran pasibles de ser privatizados.
Algo similar ocurrirá con la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). Dejó ya de operar, pero en su lugar aparece la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), un movimiento que generará la reducción de cargos jerárquicos en más de 3.000 empleados.