Un diplomático ruso se negó a hacerse un control de alcoholemia: se atrincheró y tuvo que intervenir Cancillería
El conductor de un auto diplomático ruso se negó a hacerse el control de alcoholemia en el barrio porteño de Recoleta y la Policía de la Ciudad, junto con personal de la Federal, debieron acudir al lugar.
Ocurrió este miércoles por la mañana. El hombre se atrincheró en el vehículo durante más de una hora, y finalmente fue escoltado hasta la embajada. Allí se le realizará un acta y el respectivo examen.
Según las primeras informaciones, el hombre, que dijo ser "diplomático", no quiso presentar los papeles de su auto, así como tampoco someterse al control de alcoholemia. Se llevan a cabo en el marco de los festejos de Nochebuena y Navidad, desde la noche del 24.
Conducía un auto diplomático y se negó a hacerse el control de alcoholemia
El Ministerio de Seguridad, en conjunto con Cancillería, envió al departamento de seguridad diplomática de la Policía Federal una notificación para hacerse cargo y cumplir con la Convención de Viena.
Desde el comienzo del procedimiento el conductor estuvo atrincherado en su vehículo y no prestó voluntad en salir.
Después de varias comunicaciones entre las autoridades nacionales y de la Embajada, el hombre fue escoltado por la Policía de la Ciudad hasta el edificio de representación diplomática, ubicado en la calle Rodríguez Peña al 1741.
Allí se espera que se le realice el control de alcoholemia correspondiente y un acta contravencional. Durante el operativo también acudieron agentes que serían de la Embajada rusa, quienes en todo momento grabaron con sus celulares a los periodistas que están cubriendo el caso.
Qué dice la Convención de Viena
El artículo 41 de la Convención de Viena, en el que se establece el marco para la creación, interpretación y aplicación de los tratados entre Estados, indica que todas las personas que gocen de privilegios e inmunidades deberán respetar las leyes y reglamentos del país receptor.
Esto explica que el hombre, pese a ser diplomático, tiene la obligación de someterse al control de alcoholemia establecido por las autoridades de la Ciudad de Buenos Aires.