¿Vacaciones complicadas? Nueva amenaza de los gremios de Aerolíneas Argentinas
Empezó un nuevo año y, con él, otro capítulo en la conflictiva historia entre Aerolíneas Argentinas y los gremios del sector aeronáutico. Sucedió que, luego del prolongado conflicto salarial que atravesó la línea nacional el año pasado, Aerolíneas había acordado reabrir paritarias en 2025. Los sindicatos, por su parte, quisieron iniciar las conversaciones, pero la empresa aseguró que no se sentará a negociar hasta febrero.
"Una vez más, las condiciones de las empresas vulneran la confianza y la buena fe entre las partes, lo que implica llevarnos a un nuevo conflicto, que ya transitamos hace poco tiempo y conocemos las consecuencias. Queremos construir los necesario para no tener que volver a recorrerlo, pero es evidente que del lado de la empresa hay una necesidad de impulsar el conflicto", indica el comunicado de los gremios, que ya adelantaron que no descartan medidas de fuerza durante la temporada de verano en respuesta a esta situación.
Los sindicatos que firmaron el comunicado fueron la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (Apla), la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA), la Asociación del Personal Aeronáutico (APA) y la Unión del Personal Superior y Profesional de Empresas Aerocomerciales (UPSA).
Los remitentes, en tanto, son la aérea de bandera y su controlada Optar (Operador Mayorista de Servicios Turísticos Sociedad Anónima Unipersonal), una sociedad anónima que pertenece a la aerolínea de bandera y que es la encargada de vender en forma mayorista paquetes turísticos y vuelos tanto al sector privado, como al sector público nacional.
Esta noticia llega en un momento en el que el Gobierno, una vez iniciadas las sesiones ordinarias en el Congreso, buscará privatizar -al menos una parte- de la línea aérea estatal. Se trata de un proyecto que ya no caminó el año pasado, cuando Aerolíneas quedó afuera de la lista de las empresas privatizables dentro de la Ley Bases.
"O cierra o se privatiza", fue la frase del presidente Javier Milei al respecto de la línea aérea de bandera. Sin embargo, para poder venderla, el Gobierno deberá lograr el visto bueno del Poder Legislativo y definir qué tipo de condiciones se imponen.
Fueron varios los nombres que resonaron para quedarse con, al menos, una parte de las acciones de la empresa estatal. Entre ellos, el Grupo Abra -conformado por las aéreas Avianca y GOL-, el empresario Germán Efromovich y hasta el Gobernador bonaerense, Axel Kicillof, quien rechazó la venta y privatización de Aerolíneas y confirmó que su administración mantenía el interés de quedarse con la línea aérea.
Rápidamente, el Gobierno rechazó la propuesta de la Provincia. "Es ridículo, es algo que no tiene sentido. ¿Una provincia que tiene déficit va a asumir el control de una empresa que demanda fondos del Estado? Yo no entiendo cuál es la lógica", respondió el ministro Guillermo Francos.
Un conflicto sin final
Los reclamos por el atraso salarial en la industria aeronáutica iniciaron en agosto de 2024, con un cronograma de asambleas que los gremios anunciaron previamente a la línea aérea de bandera. Y, aunque el plan era llevar a cabo 'asambleas informativas' en diferentes terminales del país, las reuniones se concretaban fuera de los horarios informados, razón por la cual el Gobierno las catalogó como 'paros encubiertos'.
Entonces, lo que comenzó en agosto con un cronograma de asambleas informativas, terminó en noviembre con denuncias cruzadas entre empresas y sindicatos, pérdidas de más de u$s 500.000 para Aerolíneas Argentinas y más de 200 vuelos cancelados o suspendidos.
A pesar de que los sindicatos denunciaban un 70% de atraso salarial, la empresa ofreció una suba del 16% con eventuales ajustes atados a la productividad del personal. Sin embargo, el acuerdo entre Aerolíneas y los gremios fue más que salarial.
De hecho, se implementaron un conjunto de medidas en términos de eficiencia, de manera que Aerolíneas aumentó entre un 3% y 5% sus horas mensuales voladas.
"Aerolíneas Argentinas informa que cerró el conflicto con sus gremios con importantes avances que mejorarán la productividad de la compañía y limitarán beneficios que se encontraban por fuera de los estándares de la industria", indicó la compañía en ese entonces.
En términos de beneficios, por ejemplo, tanto APLA como todo el personal jerárquico y los pilotos jubilados de la empresa perdieron los pasajes vacacionales confirmados en clase ejecutiva para ellos y sus familiares directos.
En esta línea, tanto pilotos como tripulantes aceptaron reemplazar el traslado en remis por un esquema de viáticos que se implementará una vez finalizada la temporada alta de verano, e iniciarán su horario de trabajo una vez arribados a las terminales aeroportuarias y no durante su traslado, como era hasta ese entonces.