Crawling peg al 1%: cómo impactará en actividad, inflación y la balanza de dólares
Tras conocerse el dato de inflación de diciembre, que se aceleró contra el de noviembre, el Gobierno decidió bajar el crawling peg, y llevarlo del 2% mensual al 1%.
La decisión apunta a profundizar la desaceleración de la inflación. Las dudas radican en cuánto puede asistir a la baja y si puede romper la inercia inflacionaria, los efectos en la actividad, los sectores y los ingresos.
Inflación
La baja del ritmo de devaluación, explicó Lucio Garay Méndez, de Eco Go, se podría traducir en una profundización de la desaceleración de la inflación, que ubique el nivel general por debajo de los niveles que venimos viendo.
Para Analytica, esto abre una "nueva etapa" para el Gobierno para pararse en una inflación de 1,5% de manera sostenida por varios meses y armonizar el mundo de los pesos con el de los dólares.
Las primeras proyecciones de inflación para enero señalan que el indicador se ubicará entre el 2,2% y el 2,5%, aunque señalan que podría tratarse de un piso. Cabe aclarar que la baja del ritmo de devaluación comenzará en febrero.
Juan Carlos Hallak, profesor titular de Economía Internacional en la UBA, señaló que la incidencia será marcada sobre los precios de los bienes transables, más vinculados al dólar oficial, que actuarán como ancla para el nivel general de inflación.
Sin embargo, agregó que resta evaluar a qué ritmo la inflación puede converger al 1%, dada la inercia inflacionaria, que genera resistencia a la baja por los ajustes de precios de las empresas, los acuerdos salariales, entre otros factores.
"El Gobierno hace una apuesta fuerte para bajar la inflación con ancla cambiaria, que se suma a la eliminación del Impuesto PAIS, a costa de mayor insostenibilidad externa", agregó Federico Pastrana, de CP Consultora.
Apreciación
"Una de las preguntas es cuánto puede acentuar la baja del crawling peg la apreciación cambiaria?", detalló Hallak y estimó que la apreciación puede sumar un 5% adicional y empeorar la situación de la balanza de pagos.
Esto implica que se profundizaría uno de los frentes más criticados al oficialismo que es el precio del dólar. El Gobierno, por su parte, sostiene que el precio del dólar no está atrasado y niega que vaya a aplicar una nueva devaluación.
El desacople entre el ritmo de devaluación y una inflación que tendrá resistencias para bajar al 1% implica que se puede exacerbar la apreciación cambiaria.
Noelia Torres, economista de Paridad en la Macro, agregó que esto implica que Argentina será cada vez más cara en dólares".
De no ser considerada sostenible la baja del ritmo de devaluación, Analytica consideró que podría darse un aumento del riesgo país y un salto de la brecha cambiaria, aunque consideraron que el Gobierno cuenta con los recursos para sostener la brecha.
Balanza
"Si se acentúa la apreciación real y la inflación tarda en reaccionar a la baja, se produciría un abaratamiento de las importaciones que podría dar un empujón a las importaciones y por ende al nivel de actividad", agregó Garay Méndez, en referencia a un nivel de actividad que cerrará con una caída superior al 2% y unas importaciones con una baja en torno al 20%.
En materia de bienes, Hallak agregó que se va a complicar la competencia de la producción local con la exterior, no solo en el frente importador, donde lo local debería competir con compras al exterior más baratas que profundizarán el margen de sustitución, sino también las exportaciones tendrán ese desafío, ya que saldrán a vender con valores más altos, en especial las de las pymes.
Otro de los sectores afectados será el turismo. "El que se puede ir al exterior lo va a hacer, lo cual en un momento de temporada como ahora es muy complicado para el turismo nacional", explicó Torres en sintonía con el encarecimiento de Argentina para los turistas del exterior.
Ingresos
El Gobierno sostiene que los salarios en dólares aumentaron en Argentina, en gran aparte por la apreciación del peso. Hallak analizó que, tras la baja del ritmo de devaluación, puede profundizarse esta tendencia, y que los salarios crezcan más en dólares que contra la inflación.
Esto también puede implicar un aumento en el costo de vida, sobre todo en servicios, que fueron el segmento que registró mayores subas en 2024, porque los no transables tienen una menor vinculación con el tipo de cambio que los transables.
Torres agregó que el atraso del dólar es "raro para el bolsillo" porque es "cada vez más caro ir al supermercado, pero a la vez con lo que sobra vas a poder comprar cada vez más dólares".
Un elemento que agregó Pastrana es que, ante una inflación impulsada por los servicios, "la discusión salarial toma centralidad, en especial porque el Gobierno está impulsando una pauta salarial descendente". Además, marca que si se da una reactivación de la economía, es posible que los servicios tengan otro impulso y sumen presión al poder adquisitivo.
Otro efecto sería, ante un posible aumento del desempleo, una presión mayor a la baja de los salarios ante la mayor oferta de personas en busca de trabajo.
Los sectores que tienen mayor competencia con el exterior acusarán el primer impacto. Estos son, analizó Torres, industria y turismo. "Con los puestos de trabajo quizás no veamos los efectos el mes que viene o el otro", dijo, pero agregó que es posible que en largo plazo se den las consecuencias.