Antes de reunirse con Milei, el FMI revisó números: cuánto crecerá Argentina este año
El Fondo Monetario Internacional (FMI) revisó las proyecciones económicas globales previo a la reunión del World Economic Forum en Davos. Se espera un 3,3% de crecimiento mundial para este año, por debajo del 3,7% histórico, mientras que advierte que hay "riesgos divergentes" por el escenario político, las medidas para asegurar desinflación y la necesidad de mayor cooperación internacional.
En el caso de la Argentina, el FMI estima que en 2024 la economía cayó 2,8% y para este 2025 mantiene sin cambios el pronóstico de crecimiento del 5%, en línea con lo que espera el Gobierno. Los números están sujetos a un debate más fino en el marco de la negociación de un nuevo programa. En 2026, el organismo estima que el país crecerá otro 5%.
El presidente Javier Milei se reunirá este fin de semana en Washington con la titular del FMI, Kristalina Georgieva, y volverán a coincidir pocos días después en la reunión del Foro Económico Mundial en Suiza. Allí Georgieva analizará las proyecciones para la actividad mundial y los riesgos, donde el organismo lista a la fragmentación geopolítica como uno de los principales.
Milei estará además acompañado por el ministro de Economía Luis Caputo y en Davos también participará la número 2 del FMI y quien sigue de cerca el caso argentino, Gita Gopinath.
El equipo de Caputo y Bausili en octubre pasado con el FMI, encabezado por Gopinath
En cuanto al escenario global, el informe de Perspectivas Económicas Globales indica que "a mediano plazo, el balance de riesgos para las perspectivas se inclina a la baja, con un crecimiento mundial que sería inferior a su promedio para 2025-26 y a las previsiones para los próximos cinco años, de alrededor del 3 por ciento".
El panorama general "esconde trayectorias divergentes entre las economías y un perfil de crecimiento mundial precario".
Entre las economías avanzadas, las revisiones de las previsiones de crecimiento apuntan en distintas direcciones. En los Estados Unidos, la demanda subyacente sigue siendo robusta, lo que refleja fuertes efectos de riqueza, una postura de política monetaria menos restrictiva y condiciones financieras favorables. Se proyecta que el crecimiento será del 2,7% en 2025.
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