Es hora de políticas adecuadas para el Agro
Lejos del "laissez faire, laissez passer" y también de la eliminación de impuestos al sector prometidas, el gobierno ha implementado un modelo monetario que ancla (y atrasa) el tipo de cambio y un esquema de aumentos de los combustibles y la energía, que junto a sus componentes impositivos, impactan de lleno bajo la línea de flotación de la mayoría de los productores del agro.
En un contexto global de caída del precio de los granos y a una crisis hídrica larga, grave y profunda, pone en dificultades no sólo a los cultivos sino, también, a los productores y contratistas, que en un gran número, están en riesgo de tener que abandonar su actividad bajo el peso de las deudas.
Recordemos que los precios relativos son la relación entre el precio de un bien, en este caso analizado el trigo y de la soja, con los de los bienes y servicios necesarios para producirlo. De allí la importancia que tienen las políticas específicas para mantenerlos en niveles adecuados para la evolución de la actividad y sus protagonistas.
En los principales cultivos argentinos esta ecuación de precios relativos hoy es muy compleja. Se encuentra en números muy similares a los de los últimos años de la "convertibilidad", una época en que los productores difícilmente olvidaremos ya que en el país había 14 millones de hectáreas hipotecadas y eran comunes y periódicos los remates de campos y herramientas rurales
Ha llegado el momento de implementar políticas adecuadas para el agro, es hora de tratar por igual a los iguales...
¿De qué hablamos cuando hablamos de productores agropecuarios?
Para que la implementación con éxito de políticas sectoriales que corrijan las consecuencias negativas de las políticas macro es necesario conocer los sujetos las que van dirigidas.
El "CAMPO" como sujeto único es un error conceptual para la política virtuosa que impide el diseño de medidas adecuadas.
La actividad agraria tiene diferentes sujetos en diferentes condiciones de tamaño de explotación, de distancia a los centros de consumo, acondicionamiento, industrialización o exportación, de región productiva y muchos elementos más.
Pese a que hoy se ha producido un "apagón estadístico" en nombre de la simplificación y desregulación, reconstruyendo datos oficiales sobre la producción de trigo y de soja a nivel nacional podemos ver un panorama de los segmentos que componen a la actividad agraria que podríamos extrapolar a otras producciones y regiones y que nos permitiría aplicar políticas adecuadas a cada grupo de productores
Para entender la recaudación de Derechos de Exportacion (DDEE) de éste cultivo, debemos mencionar que cada 10 camiones que se cargan al pie de la cosechara, casi 4 van al molino y 6 se exportan. Es decir, tributan el 12% de Derechos de Exportación (DDEE) 10 de cada 17 toneladas producidas. Pero el productor recibe prácticamente precios similares, sin importar el destino de sus granos.
En la campaña 23/24 cosecharon unas 15.500.000 toneladas de trigo. Aproximadamente 6.900.000 toneladas se destinan para consumo interno y se exportan alrededor de 10 millones de toneladas, las que se completan con el saldo del del año anterior. Las exportaciones de harina de trigo y manifacturas es menor frente a estas estimaciones, por lo que pierde incidencia al momento del calculo
Quién siembra el trigo y la soja en la Argentina
Como vemos en el cuadro, según los datos oficiales 3343 productores, el 10% de productores cosecha casi el 60% del total. Siembra 2.700.000 has y cosecha 8.016.207 toneladas. Por otra parte, algo más de 30.000 productores son responsables del 40% de la cosecha argentina. Siembran unas 2.300.000 hectáreas en fracciones que van de 231 a 10 en promedio.
La mayoría de esta oleaginosa se destina a la exportación tanto sea como grano, como aceite o derivados. Son 5515 productores (el 10%) cosecha casi 24 millones de toneladas (el 57,64% del total) en casi 8 millones de hectáreas
Por otra parte, 50,000 productores, producen un poco más del 40% de la soja. La superficie promedio de los productores más grandes de este segmento es de 382 has y la más chica es de 10 has.
Entonces, ¿todo "el campo" es lo mismo?
El análisis de estos dos cultivos de volumen para nuestro país nos muestra que el universo de los productores es precisamente de una enorme diversidad, lo mismo se repite en las economías extra pampeanas, también llamadas "economías regionales", por lo tanto las políticas adecuadas para el sector agropecuario no pueden ser únicas sino que debe ser segmentadas, asistiendo al principio de tratar igual a los que son iguales
El programa monetario que implementa el gobierno nacional, mantiene un artificial atraso a cambiario.
Para ilustrarlos, siguiendo los pasos de los trabajos de THE ECONOMIST, vemos que la hamburguesa BIG MAC de nuestros competidores en producción de carne y soja es mucho más barata lo que los hace más competitivos.
En nuestro país la hamburguesa cuesta 7,37 dólares, la segunda más cara en el mundo detrás de Suiza donde se puede compra por el equivalente a 7,92 dólares. En tanto, en Brasil tiene un precio de 3,13 dólares y Paraguay de 2,98 dólares Esto tiene sus consecuencias, por ejemplo en la balanza turística de nuestro país.
Si sacamos la cuenta los dólares que los argentinos gastaron por turismo en el exterior menos los dólares que los extranjeros gastaron por turismo en nuestro país vemos que durante el 2024, vemos que egresaron divisas por 7.598 millones de dólares e ingresaron divisas por 2.576 millones de dólares, esto arroja un déficit de 5121 millones de dólares para Argentina.
¿Y los productores?
Cuánto hubiese costado eximir de las retenciones de los granos al 90% de los productores de soja y al 90% de los productores de trigo de la campaña 23/24
Considerando lo efectivamente tributado en trigo, poco más de u$s 2.718 millones, apenas por encima del 50% de lo que fue el déficit de turismo del mismo año