Mejoran la nota de Argentina: alivio por el ajuste y bajas chances de default
Moody's Ratings volvió a subir la calificación de la deuda argentina a largo plazo tanto en dólares como en pesos. La nota aumentó de "Ca" a "Caa3" y la perspectiva pasó de estable a positiva, en base a la corrección de los desequilibrios macroeconómicos que está realizando el Gobierno y la menor probabilidad de caer en default.
"Todavía existen riesgos importantes para la capacidad del país de cubrir los próximos pagos de la deuda externa, como aquellos relacionados con la eliminación de los controles cambiarios y de capital o los shocks negativos que podrían provocar un evento crediticio con pérdidas importantes para los tenedores de bonos", advirtió.
La calificadora de riesgo global explicó que la perspectiva positiva refleja el potencial alcista de las calificaciones a medida que la Argentina continúa avanzando hacia la siguiente fase de su ajuste macroeconómico y resaltó que una transición ordenada a una cuenta de capital más abierta sería coherente con calificaciones más altas.
A la vez, retiró las calificaciones a corto plazo en dólares y pesos, que antes estaban en "Not-Prime" y las calificaciones sénior no garantizadas, antes en "Ca". También, el programa de calificaciones provisionales sénior no garantizadas en dólares, anteriormente en "(P)Ca", por motivos propios del negocio.
"Los techos país de Argentina en moneda local y extranjera se mantienen en B3 y Caa1, respectivamente. La brecha de tres escalones entre el techo en moneda local y la calificación soberana de Caa3 equilibra la creciente previsibilidad de las acciones e instituciones gubernamentales y la disminución de la presencia del gobierno en la economía y el sistema financiero, con la débil estabilidad de la balanza de pagos", agregó.
Además, "la brecha de un escalón entre el techo en moneda extranjera y el techo en moneda local refleja una mayor eficacia de las políticas y un endeudamiento externo relativamente bajo, compensado por la baja apertura de la cuenta de capital", aunque "los techos país y las calificaciones soberanas no se mueven necesariamente en paralelo".