Rodolfo Barra, de defender el DNU de Milei a echado por no estar en línea con el Gobierno
El ahora ex procurador General de la Nación, Rodolfo Barra, estuvo 13 meses en la gestión de Javier Milei, al principio con máxima exposición y, de un tiempo esta parte, con perfil bajo a causa de los cortocircuitos que se generaron en su entorno.
Ex ministro de la Corte Suprema de Justicia y artífice de la Reforma del Estado menemista, Barra llegó con todos los pergaminos a integrar el equipo del presidente Milei. En los primeros días del Gobierno se lo veía como aquel que, nuevamente, se encargaría de la desregulación estatal, una tarea que, finalmente, recayó sobre las espaldas de Federico Sturzenegger.
Para poder ser nombrado al frente de la Procuración, Milei debió modificar el artículo de la ley 18.777 que ponía un límite a la edad de la persona que ocupara ese puesto.
Conocedor de las entrañas del Poder, su nombre volvió a tomar relevancia a mediados de aquel diciembre cuando debió encarar la defensa pública y judicial de las decisiones que se publicaban a diario en el Boletín Oficial. En un contexto de un Ejecutivo recién llegado, con una parte de la opinión pública arriesgando que el Congreso frenaría todas las iniciativas gubernamentales, los Decretos de Necesidad y Urgencia se convirtieron en vitales. Barra estuvo allí para sostenerlos.
El más importante fue el DNU 70/2023 que mereció mucho trabajo por parte del procurador. Ese Decreto fue rápidamente judicializado a través de acciones de amparo que él debió refutar ante la Justicia. En ese caso, su tarea tuvo relativo éxito, salvo en lo que respecta al capítulo de reforma laboral, que llegó hasta la Corte Suprema de Justicia.
En enero, mientras comenzaban los primeros trámites legislativos, visitó la Cámara de Diputados, donde defendió las medidas presidenciales a capa y espada: "Las situaciones de crisis exigen decisiones de crisis también. Esto ya lo vio (Juan Bautista) Alberdi, no es un invento. El decía en las Bases que para defender los derechos constitucionales había que permitir que la Constitución siguiera vigente. Si hay crisis económica no va a haber Constitución vigente", dijo, despertando críticas opositoras.
Otro de los puntos destacados de su actuación fue la firma que terminaba por autorizar a la Sindicatura General de la Nación a controlar los fondos que se destinan a las casas de altos estudios, hasta ese momento bajo la revisión de la Auditoría General de la Nación: "A la luz del texto constitucional modificado en el año 1994 y de los antecedentes normativos, jurisprudenciales y de la doctrina de esta Procuración del Tesoro, opino que el sistema de control interno previsto en la Ley de Administración Financiera y de los Sistemas de Control del Sector Público Nacional N.° 24.156 es de aplicación a las Universidades Nacionales", señaló el dictamen de Barra.
A fines de 2024 también se conoció un dictamen en el que le daba la razón a una Iglesia Evangélica que pedía estar exceptuada de pagar contribuciones sindicales.
Hace pocos días, en una entrevista que no tuvo mucha difusión, Barra había elogiado a Milei y señaló que la reforma del Estado estaba "marchando a toda velocidad y mostrando sus frutos también a toda velocidad".
Hoy a media tarde comenzaron a circular las versiones que ponían el acento en las críticas que se había ganado por un dictamen realizado a favor de un empleado del Estado y en contra del Ministerio de Justicia que lo había echado. Finalmente, el expulsado, fue él.