Paritarias 2025: la cifra de los aumentos mensuales y cada cuánto habrá subas salariales
El 2025 sería el año en el que la inflación rompa el 2% y empiece con 1 por primera vez desde 2020. Para esto, el Gobierno busca alinear los precios de la economía, entre ellos, el salario.
El abandono de un régimen de alta inflación como lo conocíamos cambia varias dinámicas, entre ellas, el de las negociaciones salariales.
En el segundo semestre de 2024 los ingresos comenzaron a percibir una recuperación, explicada por la desaceleración de la inflación y el ancla cambiaria.
"El indicador de salarios efectivos del sector privado registrado (SIPA) muestra, a fines de 2024, un nivel promedio por encima de noviembre de 2023. Los ingresos de los informales y no asalariados también aumentaron, a lo que se suma la lenta recuperación de las jubilaciones medias y altas", indicaron desde CP Consultora.
A pesar de esta recuperación, los ingresos se mantienen bajos en niveles históricos y todavía están lejos de, por ejemplo, su nivel real en el cuarto trimestre de 2023.
Un 2025 de tensiones
Las dinámicas de los ingresos estarán ahora marcadas ya no por la inflación sino por la apreciación cambiaria, en un contexto de estabilización, dejando atrás la recuperación que implicó el segundo semestre.
Según el equipo de research de Adcap, el Gobierno apunta a consolidar el proceso de baja de inflación con la baja del crawling peg (que comienza a regir en febrero) y con "aumentar la intervención en las negociaciones salariales de los sindicatos".
"La nueva etapa estará signada por los esfuerzos necesarios para terminar con la inflación. En ellos, se ponen de manifiesto las tensiones distributivas, los costos extra que suele demandar la estabilización y la tensión de precios relativos", agregaron desde CP Consultora.
El recorte de la tasa de inflación deja de ser útil para impulsar un aumento real de los salarios y el Gobierno, en su compromiso con avanzar en la baja de precios, dispone un ancla salarial más robusta que fije la pauta de los acuerdos para el nivel de la inflación deseada.
La presión del Gobierno
"El gobierno está intentando ejercer una pauta aún más exigente, con variaciones que se acercan al 1%", agregaron desde CP. Los últimos acuerdos de camioneros y metalúrgicos negociaron por abajo del 2%, inflación esperada para enero, y con una tendencia decreciente.
"Los acuerdos más recientes aprobados por el Gobierno se establecieron en aumentos mensuales de alrededor del 2%, lo que limita de manera efectiva la recuperación del ingreso real y atenúa las expectativas de crecimiento", señalaron desde Adcap.
Las dificultades para una recuperación real de los ingresos que genera la fijación de la pauta con una inflación hacia la baja puede aumentar las tensiones y la conflictividad laboral.
Negociaciones por tres meses
Otro factor que se verá afectado será la constancia con la que se realizan las negociaciones. "La mayoría de las negociaciones están siendo por tres meses, aunque hay excepciones, como el caso de bancarios y químicos que negocian de manera mensual en base a la inflación pasada, y Utedyc que negoció por seis meses", explicó Luis Campos, investigador del Instituto de Estudios y Formación de la CTA - Autónoma.
Según analizó, en un proceso de menor fluctuación de la inflación, las negociaciones deberían comenzar a establecerse a plazos más largos.
Otro elemento que sumaron desde CP es el "efecto cantidades", empujado por la destrucción de puestos de trabajo registrados y un aumento del cuentapropismo y trabajadores informales, que empuja a la baja los ingresos promedio de los hogares y, en consecuencia, una mayor desigualdad entre trabajadores.
"Si la recuperación de la actividad genera poco empleo registrado, los efectos perdurarán y delinearán algunos de los aspectos estructurales más negativos del actual proceso económico: la desigualdad", concluyeron.