Milei no devaluará: "El dólar no tiene combustible monetario para subir, sino todo lo contrario"
El presidente Javier Milei reiteró hoy que no habrá un salto devaluatorio y apuntó contra los economistas que tienen "el disco rayado", en referencia a aquellos que insisten en que el tipo de cambio está atrasado y piden que el Gobierno aplique un salto en la cotización oficial del dólar.
En una columna de opinión publicada este viernes en el diario La Nación, Milei dijo que "toda vez que el tipo de cambio (TCR) real empieza a caer, igual que un disco rayado, los economistas comienzan a dar alarmas de atraso cambiario sin siquiera considerar el caso de una apreciación del peso".
El Presidente sostuvo que el método que usan los economistas "tiene una serie de problemas metodológicos graves", comenzando con que "nadie puede determinar el vector de precios de equilibrio general intertemporal de donde se deriva la afirmación de que el tipo de cambio está atrasado".
Además, dijo que "los economistas suelen recurrir a promedios como si existiera un proceso de reversión a la media, lo cual implicaría que los parámetros profundos no cambian en el tiempo, lo cual es obvio que es falso".
"No es trivial el punto de inicio de la serie, donde los adalides del atraso cambiario suelen iniciar la serie desde la salida de la convertibilidad, un período caracterizado por violación de derechos de propiedad que lleva a la depreciación sistemática de la moneda", agregó.
Milei sostuvo que "si se considera la convertibilidad, el tipo de cambio real cae" y señaló que "durante los períodos de populismo salvaje el tipo de cambio real está por encima del promedio, mientras que en los momentos de confianza lo hace por debajo".
"Si tomamos la dimensión monetaria del tipo de cambio y consideramos que la oferta monetaria se contrae por superávit fiscal (se absorbe más de 6% de la base monetaria por mes), al tiempo que recompone la demanda de dinero y la economía crece, el dólar no sólo no tiene combustible monetario para subir, sino todo lo contrario, ya que de hecho están faltando y faltarán pesos conforme pasen los meses", afirmó.
El mandatario resaltó que "todas las apuestas devaluatorias de los economistas que intentan redimirse de sus malos pronósticos de 2024 están flojas de papeles, mientras que el Gobierno no devaluará para salvarles la ropa a sus clientes a costa del dolor de los argentinos de bien".
Tres casos
Mieli resaltó en su columna que la "precariedad" del análisis basado en el tipo de cambio real lo lleva a indagar sobre otra metodología que permita detectar un problema de atraso cambiario. En ese sentido, señala la existencia de al menos tres patrones:
- "Patrón Kirchnerista: aquí el origen es el déficit fiscal financiado por emisión monetaria, lo cual, al poner presión sobre el nivel de precios, se intenta corregir fijando el tipo de cambio, cuyo resultado es una pérdida de reservas y que, frente a la intención de no devaluar, deriva en restricciones cambiarias. Por ende, este patrón se caracteriza por déficit fiscal, inflación creciente, brecha cambiaria elevada y creciente y pérdida de reservas".
- "Patrón Cambiemita: aquí persiste el déficit fiscal, pero se lo financia con endeudamiento externo, lo cual, bajo un tipo de cambio flexible, hace caer el precio del dólar y ello atrasa el tipo de cambio. Por ende, este patrón se caracteriza por déficit fiscal, inflación indeterminada y endeudamiento".
- "Patrón Dictadura: aquí el déficit fiscal se lo financia con emisión de dinero y es esterilizado con una tasa de interés creciente en la medida que no se reponga el orden fiscal, cuya contrapartida es un dólar planchado por la mayor tasa de interés, mientras la inflación persiste elevada".
Milei sostuvo que "bajo el actual modelo no hay déficit fiscal, por lo que por ello no es necesario emitir para financiar al Tesoro, la inflación es decreciente, la brecha está en mínimos históricos y las reservas han aumentado, por lo que no estamos frente al caso kirchnerista" ni "frente al caso Cambiemita, ya que la deuda consolidada del Estado Nacional ha caído en más de u$s 30.000 millones".
Además, "tampoco es aplicable el patrón de la Dictadura, por el simple hecho de que no se emite dinero para financiar al Tesoro y, por ende, no existe la necesidad de esterilizar el dinero que no se ha creado, al margen de la tendencia decreciente de la tasa". Por lo tanto, "bajo este análisis no hay atraso cambiario".
"Una forma alternativa de enfocar la cuestión del atraso cambiario es en un modelo de bienes transables y no transables. Así, el tipo de cambio real estaría dado por el cociente entre el precio de los transables sobre el de los no transables", agrega.
"Ahora bien, supongamos que hubiera un shock de oferta negativo en el sector no transables. Dada la demanda inicial, el precio de los bienes no transables sube. Sin embargo, inferir de ello que hay atraso cambiario y que ello se arregla con una devaluación sería un disparate, dado que algo así estaría rompiendo la señal de precios que llama a invertir en el sector no transable", sostiene.
El Presidente añade que "el mismo modelo señala que cuando el gasto público cae, el precio de los no transables cae y, con ello, dado el nivel de precios internacionales existe una tendencia a la baja del tipo de cambio". Por tanto, "bajo este marco, la Argentina tampoco tendría atraso cambiario".