Por carga impositiva y dólar estable, ya no se buscan argentinos para trabajar para el exterior
La economía del conocimiento es uno de los complejos que más aportan al comercio internacional de la Argentina. Sin embargo, actualmente, la industria, que tiene como fin generar 30.000 nuevos empleos formales, está frente a una crisis de contratación a causa de los altos costos laborales y la volatilidad macroeconómica local.
Esto hizo que las empresas internacionales ya no busquen tantos talentos argentinos para trabajar para el exterior, al mismo tiempo que las compañías locales optan por contratar servicios extranjeros y pagarles en su lugar de origen.
"La incertidumbre e inestabilidad en el tipo de cambio siempre fue un factor negativo para el desarrollo del sector. Ha sido muy difícil sostener operaciones que cambiaron sus costos en dólares repentinamente, al ritmo de las políticas coyunturales", indicó Luis Galeazzi, director ejecutivo de Argencon, la asociación que nuclea a las empresas del sector de la economía del conocimiento.
Entonces, la variación constante del tipo de cambio dificulta la previsibilidad, una condición indispensable para el sector, necesaria para poder mantener contratos a largo plazo. Esto, a su vez, genera una pérdida de competitividad frente a otros países de la región con mayor estabilidad cambiaria como Colombia, Costa Rica y Paraguay.
De hecho, en Colombia, por ejemplo, el sueldo de un trabajador que brinda servicios ligados al conocimiento es de alrededor de 1 millón de pesos colombianos. En la Argentina, el sueldo promedio también ronda el $ 1 millón. Sin embargo, en Colombia, ese dinero equivale a alrededor de u$s 340, mientras que, en la Argentina, ronda los u$s 950.
"Si comparamos enero 2024 con enero de 2025 el salario de un empleado argentino estaba alrededor de los u$s 400 y hoy es casi el doble. En cambio, en Colombia la variación fue prácticamente nula", comparó Javier Serafini, CEO de CAT Technologies y vicepresidente de la Cámara Argentina de BPO y Centros de Contacto.
Otra de las razones que dificulta la competitividad de la Argentina como proveedor de servicios es la carga impositiva que tienen los sueldos de manera directa, lo que, al final, disminuye las exportaciones.
En 2024, las exportaciones totales de servicios basados en el conocimiento alcanzaron los u$s 7831 millones, lo que representó una caída del 1,4% interanual, según informó Argencon. A su vez, si bien a nivel mundial la provisión de este tipo de servicios creció (alrededor de 8% según la Organización Mundial del Comercio), la participación de la Argentina en el mercado mundial cayó al 0,23%, una marca incluso peor que el piso histórico registrado en 2010 (0,37%).
"Los salarios representan entre el 50% y el 70% del costo total de contratación de servicios. El esfuerzo es grande y hay mucho dinero sobre la mesa, pero lo que le llega al bolsillo del empleado es poco", dijo Serafini y detalló que la carga impositiva local ronda el 45%, mientras en países limítrofes, oscila entre el 30% y el 35 por ciento.
Esto, consecuentemente, genera un menor interés por parte de las empresas extranjeras por contratar personal argentino, sobre todo en aquellos puestos que no tienen valor agregado, como, por ejemplo, atención al cliente, o tareas de back office.
En cambio, los servicios empresariales, profesionales y técnicos, integrados por especialistas jurídicos, contables, administrativos, publicitarios, de investigación de mercado y encuestas, de investigación y desarrollo, y de arquitectura e ingeniería, entre otros, son los cargos que mantienen el nivel de actividad del sector.
Otra de las circunstancias que afectó al sector es la liberación de las importaciones. Es que, por los altos costos en dólares, las empresas -incluso argentinas- "están recurriendo a contratar estos mismos servicios en el extranjero. Antes solo trabajaban con firmas locales porque, por la normativa anterior, era imposible de pagar este tipo de servicios en el exterior. Hoy, con una economía abierta, la Argentina está en desventaja", aseguró Serafini.