Acindar extiende el acuerdo con la UOM que le permitió suspender personal en 2024
Acindar, una de las mayores productoras de acero de la Argentina, renovó con la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) el acuerdo que le permitió aplicar suspensiones de personal en su planta principal de Villa Constitución, provincia de Santa Fe, durante 2024, debido a la fuerte caída de ventas que había sufrido la industria siderúrgica.
En la empresa, filial del gigante global ArcelorMittal, explicaron que el convenio anterior había finalizado el 31 de diciembre y que, por eso, renovaron "la normativa marco que utilizan para aplicar suspensiones cuando no se pueden acordar vacaciones o días franco", sin que eso necesariamente signifique que, en este momento, se estén implementando suspensiones masivas de personal.
Hoy por hoy, aclararon en la compañía, hay cerca de 40 colaboradores suspendidos. "Sólo se avanzará sobre otros en el caso de ser necesario", advirtieron. El factor determinante será la evolución de la demanda de sus productos en el mercado doméstico, principal destino de su producción.
Actualmente, las ventas de Acindar están entre 40% y 50% por debajo de sus niveles históricos. Se debe a dos causas principales: la disminución del consumo doméstico y, en ese contexto, la apertura de importaciones, especialmente, desde China. Fuentes del grupo desvincularon la renovación del convenio a las recientes medidas arancelarias que tomó la Administración de Donald Trump contra el acero y el aluminio extranjeros. "Ya antes de eso, Acindar no exportaba a los Estados Unidos por una restricción de cupos", aclararon en la empresa.
ArcelorMittal Acindar cuenta con cinco plantas en Argentina: Villa Constitución, Rosario, San Nicolás, La Tablada y Villa Mercedes. En diciembre, adelantó el paro veraniego en su planta de Villa Constitución, lo que representó el tercer parate de 2024. El paro anterior se había realizado en junio, con una duración de tres semanas, y también hubo suspensiones en febrero y marzo del año pasado.
Al cierre de 2024, la producción de la empresa alcanzó las 600.000 toneladas, un descenso significativo frente a las 1,2 millones del año anterior. Esta disminución responde a la fuerte caída en la actividad de los sectores industrial y de la construcción, que entre enero y septiembre retrocedieron un 12,4% y un 19,5% respectivamente, ambos pilares en la demanda de acero.