Política monetaria
Martín Carro: Creo que el esquema de crawling peg y la política cambiaria del Gobierno puede tener algunos obstáculos a raíz de la cuenta cambiaria negativa, que el año pasado y este se salvó gracias a que el blanqueo permintió una ola de créditos en dólares junto con la emisión de obligaciones negociables de varias empresas. Otro blanqueo no va a haber. Es una incógnita cuánto durará el flujo positivo del sector privado a la cuenta financiera y es probable que el Gobierno no consiga los dólares suficientes para compensar el déficit de la cuenta corriente cambiaria y eso implicaría una suba del paralelo, expectativas de que el levantamiento del cepo lleve el tipo de cambio oficial más cerca del paralelo. La cuenta corriente muy deficitaria y la poca probabilidad de que se repitan los instrumentos que se usaron en 2024 son elementos clave.
Pedro Gaite: El cepo lo va a ir levantando de a poco, a medida que vaya pudiendo, pero la compra para ahorro no la va levantar este año. Creo que va a mantener la política de crawling y va a sostener el blend, aunque quizás con un cambio de los porcentajes. Creo que después de las elecciones quizás tenga que hacer algún cambio en la política cambiaria en el marco de un acuerdo con el fondo. Para el FMI, este tipo de cambio está muy apreciado, por lo que creo que después de las elecciones, va a avanzar con una corrección en ese sentido.
Camilo Tiscornia: Creo que el Gobierno está analizando cómo evoluciona la dinámica cambiaria tras la reducción del crawling peg para ver cómo avanza en el proyecto de levantar el cepo. Creo que van a tratar de asegurarse que la situación esté más estabilizada y que se hayan nutrido las reservas para avanzar ene se sentido.
Fabio Rodríguez: El gobierno continuará con un manejo en "clave política " del tipo de cambio, por eso muy probablemente disminuya la deva mensual para profundizar la desinflacion en un año electoral. El daño colateral de esta estrategia se verá en la profundización de la apreciación cambiaría y en las dificultades para acumular reservas. Este escollo es lo que plantea la dificultad para levantar el cepo, salvo que sorprenda un acuerdo con fondos frescos por parte del FMI. Que se ve difícil si a su vez no revisan la política cambiaría y el mantenimiento de los controles.
Haroldo Montagu: El equipo económico planea llegar más o menos bien en término de estabilidad cambiaria a la cosecha gruesa, donde hay un alerta de que la liquidación final no sea tan buena como se esperaba. El segundo paso sería llegar a las legislativas, donde el Gobierno descuenta que va a tener buenos resultados, lo que será un espaldarazo y un golpe de confianza para acceder a los mercados internacionales de deuda y para la negociación con el FMI. Esa es la secuencialidad que se plantean y aparecen algunas dudas que lo obligan a mantener el cepo.
Horacio Miguel Arana, economista de la Fundación Internacional Bases: Las limitaciones corresponden al plano de las reservas internacionales, que siguen siendo negativas, y que necesitan capitalizarse aún más en un año electoral dado que, aunque las encuestas hoy por hoy le dan un buen pronóstico, una derrota o un resultado parejo en la provincia de Buenos Aires puede sembrar incertidumbre. Una incertidumbre peligrosa; primero, porque implica que no habrá seguridad de que el proyecto libertario consiga una reelección; y segundo, porque 2 años en Argentina es una eternidad. Será necesario, para escaparle este año a las limitaciones, cerrar cuanto antes el acuerdo con el FMI y acceder a fondos frescos para cubrir todos los escenarios posibles. Pero no sólo eso. Un tema también importante es bajar el costo argentino, tanto en regulaciones como en impuestos, ya que es la forma de evitar una apreciación excesiva del peso y alejar las ideas devaluatorias que se siguen manifestando en algunos círculos empresariales. Matener alto el costo argentino con un crawling peg menor a la inflación, tarde o temprano va a generar una apreciación artificial del peso y nuevas tensiones cambiarias.
Pablo Ferrari: Sectores locales que acompañan grandes lineamientos del rumbo económico del gobierno, como casi todos los eslabones de la cadena agroexportadora y sectores industriales relevantes, están reforzando en las últimas semanas sus quejas respecto al tipo de cambio ‘atrasado'. La semana anterior sorprendió, además, el énfasis y el precio que precisó Orlando Ferreres, uno de los mayores defensores del gobierno. Desde mediados del año pasado, en la misma dirección se pronuncian las autoridades del FMI. Es decir, la postura de los factores de Poder más gravitantes en Argentina son la principal limitación que encuentra el gobierno para continuar aplicando la misma política. Un debilitamiento del flujo de fondos que refuerce las reservas del BCRA también constituye una limitación. A su vez, el potencial pasaje a precios de una devaluación sería un golpe importante en la principal bandera del gobierno, la desaceleración de la inflación, que el logro que le está permitiendo tener consenso social para ajustar gastos del Estado e ingresos de las mayorías.