Ni vinagre, ni bicarbonato: esta es la mejor forma de quitar el sarro de las canillas y del inodoro

La acumulación de sarro en baños y griferías es un problema común en los hogares, especialmente en zonas con agua dura. Aunque los remedios caseros como el vinagre y el bicarbonato son populares, una alternativa más efectiva está ganando protagonismo.

¿Por qué se forma sarro en las canillas y el inodoro?

El sarro, también conocido como cal o calcificación, se forma por la acumulación de minerales, principalmente calcio y magnesio, presentes en el agua. 

Con el tiempo, estas sustancias se adhieren a las superficies, especialmente en grifos e inodoros, donde el agua permanece estancada o circula constantemente. El resultado es una capa blanquecina o amarillenta difícil de eliminar con productos comunes.

¿El vinagre y el bicarbonato no funcionan?

Aunque el vinagre blanco y el bicarbonato de sodio son soluciones caseras muy utilizadas por sus propiedades abrasivas y ácidas, no siempre logran eliminar completamente el sarro, especialmente cuando este se acumuló por meses o años. 

Además, requieren tiempo de acción prolongado y frotado constante, lo que no siempre es práctico.

¿Cuál es la solución más efectiva?

Expertos en limpieza recomiendan el uso de productos desincrustantes específicos a base de ácido clorhídrico o ácido sulfámico, disponibles en supermercados y ferreterías. 

Estos productos están formulados para disolver rápidamente los depósitos minerales sin dañar las superficies. Para su aplicación, se aconseja seguir las instrucciones del fabricante, usar guantes y ventilar bien los espacios.

Otra alternativa eficaz son los limpiadores en gel con acción antisarro, que se adhieren a las superficies verticales como los interiores del inodoro, permitiendo una acción más prolongada. Estos productos no solo eliminan el sarro, sino que también previenen su reaparición.

¿Cómo prevenir la acumulación futura de sarro?

• Secar las superficies después del uso ayuda a evitar que el agua se evapore y deje residuos.

• Instalar filtros o descalcificadores en el sistema de agua doméstico puede reducir la dureza del agua.

• Limpiezas regulares con productos suaves pero efectivos impiden que el sarro se endurezca y se vuelva difícil de remover.