Remonetización en marcha y sin intervención
Después de una importante caída que duró varios años, la economía argentina se está remonetizando. Su consolidación está asociada a ir demostrando condiciones y funcionamiento con creciente estabilidad en varios aspectos.
El proceso en marcha se está dando en un contexto económico revalorizado, que se incluye, entre otros, una mejora en la percepción sobre las instituciones depositarias, de la ampliación de los instrumentos financieros y de perfeccionamientos en la utilización de esos recursos.
Recientemente se implementó una flotación del tipo de cambio, hasta ahora, sin intervención del BCRA en el mercado de contado teniendo un sector público más ordenado en materia fiscal y en la creación monetaria (aunque con detalles a observar).
Estos cambios coinciden temporalmente con la estacionalidad favorable en el ingreso de divisas originadas en saldos de comercio exterior. A partir de ahí, surgen ventajas para conseguir mayor estabilización y cuestiones adicionales a resolver para darle sostenibilidad a la tendencia de remonetización de la economía.
Banco Central de la República Argentina
Desde la reciente modificación del esquema cambiario se observa: 1. la apreciación real del 7% del peso vs. el dólar libre, 2. el crecimiento en USD 1.100 millones de los depósitos en dólares y 3. un impulso a la remonetización de la economía, con un agregado amplio M3 en pesos y en dólares con espacio para crecer.
Sin la intervención del BCRA en el mercado de cambios, un segmento del sector privado es quien termina adquiriendo el excedente del balance comercial. Se refuerza la apreciación del peso al estar limitada la demanda de divisas por ciertas regulaciones que persisten.
Se estima que esta dinámica, el 1. contribuye al objetivo de reducción de la inflación, el 2. al crecimiento de los depósitos en dólares, apoyado en la disminución de los temores a que se alteren los términos contractuales y como reacción al nivel del tipo de cambio percibido como "interesante" para la compra de dólares, y el 3. impulsa la monetización en sentido amplio, en diversas monedas, por la creación secundaria de instrumentos financieros varios y tomarse medidas complementarias que facilitan el uso de activos bancarios tradiciones o similares digitalizados. De esta manera, se busca dar una mayor envión y, potencialmente, eficiencia, a la actividad económica.
En el último año, la suma de los depósitos en pesos y en dólares del sector privado aumentó un 22% real anual. Sin embargo, se observa que, desde mediados de abril de este año, los plazos fijos en pesos cayeron 5% en términos reales, mientras que los depósitos en dólares subieron 5%.
Sostener el aumento de la cantidad de dinero (en pesos y en dólares) implica mayor diversidad, creciente confiabilidad y acotada volatilidad en los instrumentos disponibles, tanto para los oferentes como los demandantes de fondos. Ello no solo abarca las políticas macroeconomías adecuadas, sino también la utilización de un espectro de herramientas disponibles, con transparencia y equilibrio, que contemplen diversas posibilidades de contar con adecuada relación riesgos-retornos.
En particular, una manera de disminuir la volatilidad en el mercado cambiario ha sido a través de intervenciones del Banco Central focalizadas en el objetivo de compra-ventas. Sin embargo, un problema histórico en Argentina fue que esta política se ha desnaturalizo de manera recurrente, derivando en la profundización de desequilibrios. Como sustitutos o complemento para reducir la volatilidad en el cambiaria se podría dar lugar a la intervención de otros participantes del mercado.
En un contexto equilibrado para un país mediano con un ciclo económico poco sincronizado con el que rige para el dólar estadounidense se podrían utilizar importantes ventajas asociadas con recuperar una seria política monetaria. Lograrlo derivaría en mejoras económicas, acumulación de reservas por parte del BCRA y una disminución del "riesgo país" mediante el armado de un esquema que fortalezca y haga más sostenible la remonetización en curso. Estamos con un punto de partida en que el dólar, comparado con otras monedas del comercio de EEUU, está relativamente apreciado. Sin embargo, debe tenerse en cuenta la particular dinámica local en este frente.
Hoy, en Argentina el agregado monetario amplio M3 es el equivalente a 20% del PBI -cuando el promedio 2004-2011 fue 25% del PBI-, comparado, por ejemplo, con un 52% en Uruguay, 85% en Chile, 62% en Perú o 111% de Brasil.