Alerta Alzheimer | El detalle al dormir que podría estar relacionado con un mayor riesgo de padecer la enfermedad
Dormir bien no solo es una necesidad vital del cuerpo sino que, según los profesionales, es una costumbre fundamental para mantenerse sano y evitar un mayor desgaste mental.
De acuerdo a una investigación realizada por Harvard, los malos hábitos de descanso deterioran el funcionamiento cognitivo y aumenta las probabilidades de desarrollar enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
Muchas personas enfrentan dificultades para lograr un descanso adecuado. Algunas personas tienen problemas para quedarse dormidas, mientras que otras se despiertan en mitad de la noche y no logran volver a dormirse. Ambas situaciones pueden ser frustrantes y perjudiciales para la salud.
En ese sentido, se desarrollaron pautas para lograr tener una buena higiene de sueño -que comprende una práctica de hábitos saludables en torno al momento de dormir-. Una de los más recomendados son los 10 mandamientos de la World Sleep Society:
Establecer un horario regular para irse a dormir y despertarse.
Si tiene la costumbre de tomar siestas, no exceder los 45 minutos de sueño diurno.
Evitar la ingestión excesiva de alcohol 4 horas antes de acostarse, y no fumar.
Evitar la cafeína 6 horas antes de acostarse. Esto incluye café, té y muchos refrescos, así como chocolate.
Evitar los alimentos pesados, picantes o azucarados 4 horas antes de acostarse. Un refrigerio ligero antes de acostarse es aceptable.
Hacer ejercicio regularmente, pero no justo antes de acostarse.
Usar ropa de cama cómoda y acogedora.
Encontrar una configuración de temperatura de sueño cómoda y mantener la habitación bien ventilada.
Bloquee todo el ruido que distrae y elimine la mayor cantidad de luz posible.
Reserve su cama para dormir y el sexo, evitando su uso para el trabajo o la recreación general.
¿Cómo influye la higiene del sueño en la salud?
Dormir adecuadamente tiene un impacto significativo en nuestra salud y bienestar. Según diferentes expertos, varios de ellos son:
- Reduce la incidencia de enfermedades y el riesgo de problemas de salud graves.
- Contribuye a disminuir el estrés, mejora nuestro estado de ánimo y nos permite pensar con mayor claridad.
- Mejor rendimiento.
- Evita lesiones.
Los beneficios de un sueño de calidad van mucho más allá de simplemente sentirnos descansados por la mañana. Impactan de forma positiva en todos los aspectos de nuestra vida, desde nuestra salud física y mental hasta nuestro desempeño en las tareas diarias.
Alzheimer: ¿qué dice el estudio de Harvard?
La Universidad de Harvard publicó una investigación tras analizar a más de 2.800 personas de 65 años o más que participaron en el Estudio Nacional de Tendencias de Salud y Envejecimiento, en el cual estudiaron los efectos que podría generar no descansar bien para la salud del cerebro.
Allí descubrieron que las personas que dormían menos de cinco horas por noche tenían el doble de probabilidades de desarrollar Alzheimer y de morir, en comparación con las que dormían de seis a ocho horas por noche.
Asimismo, otro estudio europeo con casi 8000 participantes reveló que dormir seis horas o menos a los 50, 60 y 70 años aumentaba un 30% el riesgo de demencia, en comparación con una duración normal de sueño de siete horas.
Los expertos aún intentan comprender por qué la falta de sueño aumenta el riesgo de demencia; sin embargo, una teoría se basa en una proteína cerebral llamada beta amiloide.
La beta amiloide es una proteína que puede obstaculizar la comunicación entre las neuronas si se acumula en el cerebro y es un factor clave en la posterior aparición de síntomas de esta enfermedad neurodegenerativa.