Dólares: qué negocia el Gobierno con el FMI y los temas que lo preocupan
La nueva metodología para computar la salida de dólares que hoy el Banco Central toma únicamente como "Turismo" incluirá al menos tres segmentos, según los trabajos que se están desarrollando en el equipo económico.
Por un lado, se tomarán los servicios de streaming como Netflix y Spotify, por otro irán las crecientes salidas por las compras a través del sistema correo puerta a puerta llamado courier y en la categoría "resto" caería lo que es estrictamente gastos de viajes y turismo.
Durante el fin de semana había sido el secretario de Turismo, Daniel Scioli, quien había sorprendido al anunciar que se estaba trabajando con la autoridad monetaria "para diferenciar los números del MULC (mercado único y libre de cambios) sobre lo que son realmente los gastos en Turismo". Scioli había hablado además de que la inclusión de los pagos de plataformas en dólares "distorsiona" la información real del sector.
El posteo del ex funcionario del gobierno de Alberto Fernández entre otros gobiernos coincidió con la difusión de las cifras del balance cambiario que habían arrojado datos preocupantes en la balanza turística. En los primeros cuatro meses del año se registró un déficit de u$s 3633 millones cuando un año atrás ese número apenas superaba los u$s 1000 millones.
El impacto del número es más grande todavía cuando se compara con el superávit energético que está generando la producción de petróleo y gas de la mano del yacimiento de Vaca Muerta, que arrojó en el mismo período de cuatro meses un saldo positivo de u$s 2404 millones.
La conclusión rápida es simple. A este ritmo, la sangría de dólares de la mano de los viajes en el exterior se va a comer a la supuesta nueva gallina de los huevos de oro que es la producción energética en Neuquen, todo lo cual incentiva el debate sobre la sostenibilidad del plan económico con este nivel de tipo de cambio sobre todo mientras el Gobierno ha decidido no comprar reservas hasta que la cotización no baje a menos de $1000, algo que por ahora está lejos de pasar.
En el Gobierno, de todas maneras, consideran que es la industria del turismo la que está pidiendo un "trabajo fino" con el gasto de dólares que generalmente se registra en los resúmenes de las tarjetas de crédito ya que, cuestionan hace años, entienden que se mezclan lo que realmente son viajes y excursiones en el exterior con el pago de servicios o compras en el país que también se hacen en divisas.
"Hace tiempo que Turismo viene haciendo un trabajo de intentar diferenciar en lo que se reporta como compras de tarjetas del exterior para intentar separar lo que es efectivamente viajes de otras cosas", aseguran en el equipo que trabaja en el tema. "Ellos sufren que les carguen más de lo que ellos creen que es", dicen.
"Finalmente llegamos a un esquema donde va a empezar a abrirse ese monto en tres categorías. Puede que siga siendo imperfecto, pero un poco menos", detallan. La expectativa es que a más tardar en julio, si no antes, empiece a publicarse la información con esa apertura.
Aunque no tienen cálculos oficiales al respecto, los técnicos del Ministerio de Economía y el Banco Central recuerdan que cuando había cepo, brecha e impuestos más altos se pagaban hasta u$s 400 millones por mes que correspondían a Netflix y afines, por lo que quizás especulan con que se achique en un monto similar la cuenta que hoy se atribuye a salidas concretas al exterior.
Como sea, el impacto podría no ser significativo para desalentar la idea de que "Miami se puede comer a Vaca Muerta" porque la cantidad de personas que entran y salen al país las mide el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) y el contraste es evidente. En abril solamente salieron casi 900 mil personas mientras que llegaron unos 440 mil visitantes. Digamos, o sea.
El ministro de Economía, Luis Caputo, explica el fenómeno diciendo que la gente tiene derecho a viajar y que está mal el enfoque de pensar que no se puede ir a Brasil de vacaciones.
El mercado financiero, en cambio, lo toma como parte de un combo de señales que generan inquietud: la seguidilla de meses con déficit en el balance cambiario, el fiasco hasta ahora del "plan Colchón" a lo que se suma ahora también al número de u$s 2000 millones que compraron los ahorristas en 15 días tras la liberación del cepo.
Se trata de las principales debilidades de un modelo que hasta acá bajó la inflación pero que genera preguntas hacia delante, y que tal vez se resumen en que el riesgo país no baja de los 600 puntos.
Los parecidos con otros momentos similares que terminaron en cimbronazos disparan las alertas. La Casa Rosada dice que "esta vez es diferente" porque hay superávit fiscal incluso si hace falta vetar una ley en favor de las personas con discapacidad. Y en todo caso justifica turbulencias por el riesgo político que ciñe con simpleza que también preocupa en lo que pueda hacer "el kirchnerismo".
Lo cierto es que de momento la principal objeción al mecanismo de acumular reservas que por ahora sólo se logró tomando dólares a una tasa del 29,5% en pesos con beneficios varios para convencer a los inversores llegó desde el Fondo Monetario Internacional. Por eso se habría postergado la revisión de metas prevista para junio.
Así lo admitió una importante fuente del Gobierno en las últimas horas: "Hay una incertidumbre pendiente en el mercado respecto a si existe una tensión o no con el FMI por el sendero de reservas previsto en el programa y el que se está dando; entonces la incógnita que se genera es si importa más el plan de estabilización o el programa con el FMI. Estamos tratando de resolver esas diferencias".
"Con los dólares en las reservas, el pin de la motosierra en la solapa de Georgieva y la decisión política de manejar las curvas de dólar y tasas para bajar la inflación e impulsar la actividad, el camino a octubre puede manejarse, aun con un déficit en cuenta corriente que este año cerraría cerca de los US$10.000 millones, 1,3% del PBI. La pregunta es cómo sigue después", escribió esta semana la economista Marina Dal Poggetto.
A propósito, a pesar de que el Presidente la maltrata con el apodo de "Dal Pifieto", su consultora EcoGo acaba de ser premiada por la organización Focus Economics como la pronosticadora más precisa de 2024 en el ranking de proyecciones que se hacen en la Argentina.