Con Cristina candidata y Macri entre el bridge y la política, LLA pone primera en Provincia
Cristina Fernández de Kirchner decidió ser candidata a diputada provincial y listo. Oficializó un secreto a voces, pero la confirmación caló como una bomba de implosión en el esquema de Axel Kicillof, que venía de hacer un acto muy convocante, con medio centenar de intendentes, el sábado pasado, para demostrar que era él quien empezaba a conducir el proceso del oficialismo bonaerense.
El Movimiento Derecho al Futuro pretendía imponer las condiciones del armado electoral, algo que Cristina, con solo una aparición pública, pulverizó. Ahora ya hay una candidata, sin consensuar, pero impuesta y a la que nadie puede o quiere discutir.
Desde esta columna veníamos alertando que lo que decidieran en La Matanza sería fundamental para Kicillof. Si Fernando Espinoza y Verónica Maggario, intendente y vicegobernadora, se mantenían con el gobernador, el movimiento armado desde los intendentes tendría sustento y futuro. Pero si los matanceros aceptaban la imposición de la expresidenta en su sección electoral, todo se desmoronaría para el proyecto presidencial de Kicillof. El intendente ya se venía sentando con Ella para advertirle que no tenía nada en su contra.
Maggario y Espinoza le deben mucho a los dos, tanto a la presidenta del PJ nacional como al gobernador. Por ella pudieron surfear más de una elección con la tracción que producía una boleta mucho más atractiva que la municipal. Pero Kicillof, casi en exclusividad, fue quien decidió que la matancera hoy siga siendo vice ya que, allí, Máximo Kirchner pretendía poner a Martín Insaurralde, apoyado por la mayoría de los intendentes que hoy están en el Movimiento Derecho al Futuro.
Como jefa y conductora, la expresidenta tomó el teléfono y llamó a Axel Kicillof para empezar a analizar cómo sigue Unión por la Patria. Lo hizo ya con el hecho consumado de su candidatura. Sintiéndose dueña de la lapicera, esa que los kicillofistas pretendían utilizar o, al menos, evitar que siga siendo usada en exclusividad por la familia Kirchner.
En el medio se cuelan otras cuestiones, como lo es la posibilidad, o no, de las reelecciones de los intendentes y legisladores provinciales. Los interesados presionaron a fondo porque consideraban que ya no tendrán más tiempo para conseguir los votos. Y casi los obtienen, salvo que un mensaje en X de la senadora que responde a Sergio Massa, Sofía Vanelli, hizo volar todo por el aire al denunciar un pacto espurio de la casta.
En ese momento, varios legisladores que podían haberse sentado a debatir el tema e inclusive abstenerse, salieron corriendo. Y los más que justos senadores aportados por Unión por la Patria, sometidos a una presión extrema, no alcanzaron para debatir lo acordado. ¿Tendrán tiempo para sacar las 're re' la semana que viene? ¿O el tema quedó tan manchado que ya no tienen margen? esto se preguntan los interesados y conocedores del tema.
"Sergio hizo, como siempre, una de más", se quejaron los intendentes y los mismos senadores que chatean con él, pero no se lo dijeron directamente. Para ellos, Vanelli no habló por ella, sino por él, que se sentía corrido de la directa entre Cristina y Axel.
Con este nivel de "confianza" intentarán armar la unidad que, seguramente, tendrá vías de escapes con la tercera vía que Joaquín De la Torre, Juan Zabatella, Julio Zamora y Guillermo Britos pretenden consolidar.
De esto se habló en la tarde de ayer en Tigre, donde pasó a saludarlos Juan Schiaretti. Para el exgobernador cordobés es posible la integración de muchos intendentes radicales del interior, que no quieren saber nada con ir con La Libertad Avanza, varios del PRO, y la familia Passaglia, que ya lanzó su propio partido político en la región norte de la provincia. "Buena parte del 25% que fue a auxiliar a Milei en la segunda vuelta están acá, desperdigados. Hay que ir a buscarlos", razonan.
Después, habrá que analizar cuestiones particulares, como las de Morón, donde Martín Sabbatella decidió ir de concejal para enfrentarse a Lucas Ghi, o Avellaneda. Allí el intendente Jorge Ferraressi no quiere saber nada con la presencia de Cristina en su lista, a pesar de que su edificio municipal, inaugurado hace una década, lleve su nombre. Cosas que pasan.
En Morón, además, siguen de cerca las investigaciones iniciadas en el Hospital Posadas hace un año, en el que algunos de los imputados podrían meter mucho ruido en esa elección interna, pero que será general.
Los "racionales" de la política cuentan con la invalorable colaboración de Karina y Santiago Caputo, en este caso, mucho más político que "El Jefe". Para el asesor presidencial, no importa cómo se acomoden las alianzas en Buenos Aires, mientras todos estén cómodos para enfrentar a Unión por la Patria. El peronismo solo perdió cuando fue dividido en la Provincia, y no sería este caso.
Para la hermana presidencial, importa más el armado de la estructura política: ella escucha mucho los consejos de su armador, Sebastián Pareja, quien le advierte que sin territorialidad cualquier proyecto carece de sustento.
Por eso pretende que, en caso de acordar con el PRO y un sector del radicalismo, con sus intendentes como posibles nuevos aliados, el 50% de los candidatos a concejales sean de La Libertad Avanza. Y ni que hablar de los legisladores provinciales, donde, a lo sumo, le permitirían llevar a un candidato, por más relevancia que tengan en esa zona geográfica.
Caputo ha lanzado una "ambulancia" para recoger a todos los heridos que dejan los coordinadores designados por El Jefe y empieza a escucharlos con más asiduidad vía el presidente del bloque de los Diputados bonaerenses, Agustín Romo, beneficiado de lo que queda de las antiguas cajas expuestas por "Chocolate" Julio Rigau y con el auxilio de los servicios de Sergio Neiffert, de extrema confianza del asesor presidencial. Esa pelea silenciosa quiebra relaciones para el futuro.
Todo esto está relacionado con septiembre, fecha en la que se realizará la elección desdoblada bonaerense. Para las nacionales de octubre, directamente, las chances de tener dos legisladores a salir para el PRO y la UCR ya es una quimera.
Como dijo Pareja hace dos meses, "los pagamos demasiado caros. El PRO quiere venir solo". Eso es en alguna medida cierto, pero tampoco es tan lineal, a pesar de que en las votaciones de la Camara de Diputados ya se nota la fractura extrema del bloque que comanda Ritondo, el negociador autorizado por Mauricio Macri con la Libertad Avanza.
Ritondo, quien tiene que extremar las explicaciones ante los intendentes propios porque todos los días sus futuros aliados le cambian la escritura del acuerdo, no es el único observado con detenimiento.
Mauricio Macri empezó a ser mirado con recelo y, luego de la pobrísima elección porteña, ya le exigen una definición concreta: está o no está en política. Juega al bridge, está en la FIFA o hace política. Las tres cosas no puede hacerlas simultáneamente. "Se fue, pero no se fue. Está, pero no está. Se pelea o se amiga con Milei. Así es imposible", sostienen sus todavía seguidores.
Para peor, enfrente, Cristina Kirchner expone una brutal ambición por la política, a pesar de su debilidad y su encierro judicial. No duda en seguir participando para retener lo poco o mucho que le queda de poder, mientras que el expresidente gira por el mundo y llega, dos minutos antes, al cierre de las listas.