Motosierra en salud: hasta dónde llegan los recortes del Gobierno
Si el presidente Javier Milei tuviera que enviar alguna señal más a los mercados financieros de que está dispuesto a hacer cualquier cosa para sostener el superávit fiscal, pilar de su gestión, bastaría con que mostrara en sus discursos lo que está ajustando en lo que va del año en las partidas del Ministerio de Salud, donde el gasto total se encuentra por debajo de los niveles incluso de 2017.
Así surge de un revelador informe de la consultora Analytica que circuló entre los principales actores políticos en medio de las protestas de los trabajadores del Hospital Garrahan por los ingresos que cobran tanto los residentes como los profesionales de planta.
"Si bien este año hay partidas que crecen respecto a 2024 como jubilaciones y la Asignación Universal por Hijo, para sostener el superávit primario el Gobierno mantiene el ajuste sobre otras, como por ejemplo en el Ministerio de salud", detallan en la firma que conduce el economista Ricardo Delgado.
Los números indican que mientras entre enero y mayo el gasto en jubilaciones y pensiones trepó 10,8% y las transferencias por la AUH saltaron 39,7%, la inversión en las áreas de salud retrocedió un 9,8% siempre en pesos constantes, aún cuando en el mes pasado se giró un 53,1% más por encima de la inflación para compensar también la caída de los fondos que se derivaban del Impuesto PAIS que no existe más.
"Comparando con la tendencia histórica, si bien la mayor reducción se dio en 2023 luego de la normalización de la pandemia, actualmente el gasto se encuentra por debajo de los niveles pre pandemia", indica el trabajo.
Si en los primeros cinco meses de 2017 y 2018 se giraban 1,4 y 1,1 billones de pesos y en la pandemia las erogaciones saltaron a 1,6 billones para el mismo lapso, el gasto devengado en Salud fue bajando incluso en el gobierno de Alberto Fernández hasta llegar a ser 1 billón de pesos en igual período de 2023. En el primer año de la gestión Milei se redujo más: retrocedió 17,9% en 2024 a $800 mil millones y bajó otro 9,8% en lo que va de este año hasta los $700 mil millones, siempre en números ajustados por inflación.
El Poder ejecutivo celebra los recortes en público como parte de la política de la motosierra con la que el Presidente explica lo que llama "el mayor ajuste en la historia de la humanidad" y desacredita todo tipo de reclamos con la acusación de que hay gastos improductivos y ñoquis en todas las áreas del Estado, aunque sin dar precisiones.
Así, el presupuesto de los organismos descentralizados del Ministerio de Salud tuvo, sin contar la Agencia Nacional de Discapacidad, una merma del 7,9% en términos reales en promedio en lo que va del año, de acuerdo con el relevamiento de la consultora.
En la retracción de las partidas se destaca el Instituto Nacional del Cáncer, con un recorte del 56,5% que tiene que ver con la decisión posterior del Gobierno de directamente cerrarlo como se informó en marzo pasado, en una medida que generó estupor en la comunidad médica.
Por detrás, aparecen en el ranking las mermas en el Hospital Bonaparte, dedicado a la salud mental, con una reducción del 20,7% en términos reales en los primeros cinco meses del año; después el Hospital Nacional Baldomero Sommer, dedicado al combate de la lepra, con un recorte del 20,3%; y más atrás el Hospital Nacional Ramón Carrillo, dedicado a la discapacidad intelectual, con una baja de partidas del 14,9%.
También aparecen detrás en la lista la Administración Nacional de Medicamentos y Tecnologías Médicas (ANMAT), con una retracción del 13,6%, seguido por el Instituto Malbrán (-9%) y por el Instituto de Rehabilitación Psicofísica Juan Tesone (-8,6%), siempre en los primeros cinco meses del año respecto de igual período de 2024.
Sin embargo, los giros para los hospitales del llamado Servicio de Atención Médica Integral para la Comunidad (SAMIC), donde el Estado nacional comparte la financiación con gobiernos locales, como es el caso del Hospital de Pediatría Juan Pedro Garrahan, que controla un 80% la Nación y el resto la Ciudad de Buenos Aires, atraviesan una situación más delicada.
En ese renglón se registró una merma del 25,8% en promedio, donde específicamente el Garrahan tuvo hasta ahora en el año una caída del 7,1% en sus partidas contra igual período de 2024 y otros, como el Hospital El Cruce de Florencio Varela tuvieron un recorte del 44,2% a pesos constantes, o el de Alta Complejidad de El Calafate, una merma del 54,5%.
En tanto, la única agencia descentralizada donde el presupuesto aumentó significativamente por arriba de la inflación es el Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación a Implante (Incucai), que registró un incremento del 26,2%.
El reporte de Analytica subraya, por otro lado, que a través del decreto 585 del año pasado, la Agencia Nacional de Discapacidad fue trasladada desde Presidencia de la Nación al área del Ministerio de Salud.
Entre enero y mayo, la Andis, foco de los reclamos de todo el ecosistema de las familias de personas con discapacidad y los prestadores, registra un incremento del 4,5% interanual en real. El 81,4% del presupuesto que abarca la Agencia, el 81,4% se destinó a pensiones no contributivas por invalidez y un 18,1% fue para la atención médica a los beneficiarios.