Cristina pidió la prisión domiciliaria y no usar tobillera electrónica

Cristina Fernández de Kirchner solicitó este martes al tribunal oral que le conceda la prisión domiciliaria en su vivienda de San José 1111, en el barrio de Constitución, y rechazó el uso de tobillera electrónica. El pedido se produjo después de que la Corte confirmara la sentencia que la condenó a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos. La decisión judicial la excluyó de la carrera electoral en la tercera sección de Buenos Aires, donde aspiraba a una banca en la Legislatura Provincial.

La defensa de la ex presidenta argumentó que, por su edad -72 años- y por razones de seguridad, no debía cumplir la pena en una cárcel común. Señaló que, al mantener su custodia asignada de la Policía Federal, el monitoreo electrónico resultaba innecesario. Además, recordó el atentado que sufrió en 2022 para respaldar el riesgo que implicaría su encarcelamiento.

El tribunal también evaluó un pedido excepcional: que la prisión domiciliaria comenzara de inmediato, sin esperar la resolución formal. La solicitud contrastó con la orden del juez Gorini, quien instruyó a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, a designar un lugar de detención provisoria en una fuerza de seguridad.

Expertos jurídicos señalaron que los planteos de la defensa carecían de sustento legal para su aprobación automática. "Son pedidos, no obligaciones", advirtió un penalista consultado en A24.