Tras la condena de Cristina, el Gobierno se endurece con el peronismo por las vacantes de la Justicia
La condena de Cristina Kirchner por la Causa Vialidad en manos de la Corte Suprema de Justicia había sido una carta de negociación por los pliegos de los jueces del máximo tribunal. También lo había sido el proyecto de Ficha Limpia, pero ahora ambas quedaron fuera de juego. En este contexto, en el Gobierno optaron por cerrar definitivamente la persiana para avanzar en una definición sobre el vaciamiento judicial hasta noviembre y le pasa factura al Senado por haber rechazado a Ariel Lijo y a García Mansilla.
Pese a que el presidente Javier Milei se manejó con cautela y distanciamiento sobre el fallo de la Corte, sí festejó que la ratificación de la sentencia a 6 años de prisión e inhabilitación a cargos públicos para la expresidenta demostró que no existía tal "pacto de impunidad" entre el kirchnerismo y el Gobierno libertario.
Justicia.Fin.PD: la República funciona y todos los periodi$ta$ corrupto$, cómplices de político$ mentiro$o$, han quedado expuesto en sus opereta$ sobre el supuesto pacto de impunidad.
— Javier Milei (@JMilei) June 10, 2025El acuerdo con Cristina había sido agitado por todos los sectores republicanos, incluido el PRO y la Coalición Cívica, especialmente por la caída del proyecto de Ficha Limpia, que iba a dejarla sin chances de competir en las elecciones antes de que la Corte dejara firme la condena.
No solamente responsabilizaron al Gobierno de mover las fichas en Misiones para que se rechace en el Senado, sino también porque al mismo tiempo que se trataba en la Cámara baja en sesiones extraordinarias, el Gobierno pretendió aprobar a los jueces de Milei. No lo logró y los designó por decreto, lo cual impulsó el rechazo de ambos.
"Presidente, el pacto le salió mal. No entendió el poder. Mandó emisarios, quiso una Corte adicta e hizo fracasar Ficha Limpia para polarizar con Cristina. El riesgo político ahora todo suyo. No se le ocurra indultar en unos meses", acusó el diputado de la CC Juan Manuel López, un crítico acérrimo de la postulación de Lijo.
"No pudimos poner ni un juez, mirá si vamos a tener incidencia en lo que hace la Justicia", consideró, en este sentido, una fuente de Casa Rosada en diálogo con El Cronista.
Presidente, el pacto le salió mal. No entendió el poder. Mandó emisarios, quiso una Corte adicta e hizo fracasar Ficha Limpia para polarizar con Cristina (Karina limpia).El riesgo político (que no baja el riesgo país) ahora es todo suyo.No se le ocurra indultar en unos meses. https://t.co/PFyVvUx6c9
— Juan Manuel López (@JuanmaLopezAR) June 10, 2025Lo cierto es que una alta fuente judicial de Balcarce 50 dio a entender que si los jueces de Milei hubiesen integrado el máximo tribunal, los hechos quizás se hubiesen dado de una forma distinta. "Yo avisé", se regocijó ante este medio un operador clave del Presidente.
"El desenlace de lo que viene ocurriendo con la Justicia es gracias a que Ariel Lijo no llegó a la Corte y que Ricardo Lorenzetti no fue presidente", interpretó, en esta línea, el senador formoseño Francisco Paoltroni, exlibertario y proclamada némesis del asesor presidencial Santiago Caputo, quien toma las decisiones en la estrategia judicial. También fue otro de los principales críticos de Lijo durante el debate en el Senado.
A dos meses de que los jueces hayan sido rechazados, el Gobierno continúa sin mandar nuevos candidatos y, según vienen adelantando en la Casa Rosada, eso no ocurrirá hasta noviembre. En el medio, analizaron distintas estrategias, puesto que el vacío de la Corte se entrecruza con más de 200 cargos vacantes en la justicia federal. "Todo es parte de la misma negociación", explicaron fuentes judiciales.
Según pudo reconstruir El Cronista, el viceministro de Justicia, Sebastián Amerio, le propuso a Caputo enviar dos paquetes de pliegos al mismo tiempo antes de las elecciones legislativas de octubre: uno que contenga las vacantes de la Corte, y otro con 232 cargos de defensores, fiscales y jueces federales. "El 80% ya están cerradas, pero hay que terminar de pulir el esquema", precisaron allegados de la cartera de Mariano Cúneo Libarona. Pero Caputo lo descartó y decidió no adelantar ningún movimiento hasta después de la recomposición de las Cámaras.
En el Senado continúan presionando para reabrir el debate judicial y hasta comenzaron a tratar una ampliación de la Corte Suprema que impulsan incluso los aliados como el salteño Juan Carlos Romero, que tiene el respaldo del peronismo que comanda José Mayans en cuanto a ampliar los cortesanos a siete miembros y garantizar un cupo de género.
En este sentido, cabe destacar que el pedido del peronismo siempre fue negociar una ampliación para incluir a una jueza que responda a ellos: la candidata que sobrevolaba era María de los Ángeles Sacnun. El tema fue agitado por el propio Mayans en la reunión previa al fallo en el PJ con Cristina.
José Mayans, en la sede nacional del PJ con Cristina Kirchner antes del fallo: "Mañana en el Senado, en la comisión, vamos a trabajar el tema de la Corte para tener siete miembros". La reunión luego fue suspendida.
Pero el Gobierno se mantuvo firme en que no iban a evaluar nada antes de asegurarse los dos pliegos. Nada cambió y en Balcarce 50 insisten con que la ampliación de la Corte, si bien es una reforma que les interesa, no va a trascender este año. "El Senado debería actuar más responsablemente y no bloquear las decisiones del Presidente", consideró una de las fuentes judiciales al tiempo que empezó a discutirse el tema Corte en el Senado, dos semanas atrás.
El recelo por el rechazo de los pliegos permanece y mantiene el diálogo frisado, mientras en el Senado apura al Gobierno principalmente con el envío de los pliegos federales. "La verdad es que no hay una negociación actualmente", reconocieron otras fuentes esta semana. El planteo por la Justicia federal además es preocupación de los gobernadores, que este viernes le acercaron al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, la necesidad de llegar a un acuerdo para cubrir esas vacantes, en medio de sus pedidos por la coparticipación.
El Gobierno confía en que una mejor representación en el Senado podrá darle más cintura para aprobar a sus jueces después de octubre, pero de todos modos lejos van a quedar de los dos tercios necesarios para impulsar un supremo y será inevitable acordar con el kirchnerismo. No es así el caso de la Justicia Federal, que solo requerirá mayoría simple.