Renunció el CEO de Los Grobo y Agrofina en medio del concurso preventivo
En medio de la crisis que enfrentan la empresa agropecuaria Los Grobo y su controlada firma productora de insumos para el sector, Agrofina, su CEO, Enrique Flaiban presentó su renuncia como gerente general de la sociedad.
La decisión, que tendrá efecto a partir del 30 de junio, se tomó por razones de índole personal, según indica el escrito que la empresa envió a la Comisión Nacional de Valores (CNV) este miércoles.
"El directorio le agradece toda la colaboración prestada, y en virtud de ello, designa a Juan Lopez Moccio como gerente general de Los Grobo Agropecuaria, mientras que Nahuel Lo Cane asumirá el cargo de gerente general de Agrofina", informó la empresa en un comunicado al que accedió El Cronista.
En abril, Los Grobo ya había informado la renuncia de su CFO, Pablo De Pellegrin, quien había asumido al cargo en septiembre de 2022. Flaiban había tomado su cargo de forma interina.
En un intento de reorganizar sus finanzas y llegar a un acuerdo con sus acreedores, el grupo pidió la apertura de su concurso preventivo en febrero de este año. Las dos empresas, que se declararon en default en diciembre del año pasado, tienen una deuda consolidada de u$s 390 millones, de los cuales u$s 207 millones corresponden a Los Grobo y el resto a su controlada Agrofina.
Fueron varias las razones que llevaron a Los Grobo y Agrofina a recurrir a esta herramienta legal. Pero, según explicitó la empresa en su último balance en el que evidenció pérdidas por $ 36.600 millones, hubo dos cuestiones principales. Una, interna y propia y la otra, externa y ajena.
Dentro de la primera lista, el grupo indicó que las condiciones económicas locales, como la alta inflación, el atraso cambiario, la devaluación tras el cambio de gobierno y las consecuentes caída de la demanda y recesión económica, afectaron su flujo de fondos.
Se sumó también, la sequía histórica que atravesó el agro local durante la campaña 22/23, lo que generó una caída de la producción del 40%. Esta situación vino aparejada de una fuerte baja en los precios internacionales de los granos, así como un gran incremento en los costos del mercado de insumos agrícolas -no así en los precios de venta-.
De hecho, Los Grobo resaltó también la cuestión climática y la chicharrita, razones por las cuales la compañía enfrentó una fuerte reducción en la demanda de insumos agrícolas, que rondó el 30%. La empresa asumió también que tuvo que "vender productos a precios más bajos para cubrir sus compromisos".
Esto, informó la empresa, llevó al Directorio de la compañía elaborar un plan de reestructuración que incluye, entre otras medidas, presentarse a concurso preventivo y negociar con los proveedores y entidades financieras condiciones de financiación acordes a las posibilidades de pago y fondos disponibles de la empresa.
Así, Los Grobo cerró un acuerdo con uno de sus acreedores, el gigante brasileño Amaggi para procesar su soja, maíz y girasol, lo que le permitiría cerrar negocios por u$s 150 millones. La empresa también redujo su plantilla de empleados de 700 a 400.