Ola de frío polar: cómo proteger tus plantas con un sencillo ingrediente de cocina
En medio de la ola de frío que afecta a la Argentina, las temperaturas extremas y las heladas nocturnas se convierten en una amenaza para quienes tienen plantas, ya sea en jardines, balcones o interiores. Frente a ese riesgo, muchas personas recurren a productos industriales o invernaderos improvisados que no siempre ofrecen los resultados esperados.
Sin embargo, existe un truco casero, económico y fácil de aplicar que se volvió viral: el uso de sal gruesa como barrera natural contra el frío. Este truco permite crear una protección efectiva sin necesidad de estructuras complejas ni productos costosos.
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¿Cómo se usa la sal gruesa para proteger a las plantas del frío?
El procedimiento es muy sencillo: consiste en colocar un recipiente con sal gruesa cerca de las plantas más sensibles al frío, ya sea en interiores o exteriores. Se puede utilizar cualquier cuenco, frasco o recipiente abierto que permita a la sal interactuar con la humedad del ambiente.
Este método funciona por dos mecanismos complementarios:
Absorción de la humedad del aire: la sal actúa como desecante natural, disminuyendo la condensación alrededor de las plantas.
Estabilización térmica: al reducir la humedad ambiental, se evita que el rocío se congele sobre hojas y tallos, lo que suele causar quemaduras por escarcha.
No es necesario que la sal entre en contacto directo con la planta ni con la tierra. Su función es ambiental, por lo que se recomienda colocarla cerca, pero no encima ni dentro de la maceta.
Qué tipo de plantas pueden beneficiarse
Este truco es especialmente útil para especies delicadas, como:
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Suculentas y cactus
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Plantas de interior como potus, helechos, calatheas o orquídeas
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Hierbas aromáticas (albahaca, menta, romero)
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Plantines en crecimiento
En cultivos de huerta urbana -como tomates, lechuga, rúcula o espinaca- también puede implementarse colocando sal en zonas cercanas a los canteros o macetas, cuidando siempre de que no haya contacto directo con el sustrato.
Precauciones importantes: lo que no hay que hacer
Si bien la sal gruesa tiene beneficios en este contexto, no debe aplicarse sobre la tierra ni regarse con agua salada, ya que puede afectar la salud de la planta y alterar el equilibrio del suelo. La exposición directa al sodio puede ser tóxica para las raíces y generar deshidratación.
Tampoco se recomienda usar este truco en ambientes totalmente cerrados sin ventilación, ya que la reducción excesiva de humedad puede perjudicar a algunas especies tropicales que requieren un nivel ambiental más elevado.
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¿Funciona en cualquier región del país?
Sí, el método puede aplicarse tanto en zonas urbanas como rurales, y en distintas regiones de Argentina. En áreas donde las heladas son más frecuentes -como Mendoza, el Alto Valle de Río Negro y Neuquén, Córdoba serrana, San Luis o el sur bonaerense- se vuelve especialmente útil como complemento de otras medidas preventivas.
En el AMBA, donde las heladas son más moderadas, pero igualmente dañinas para plantas tropicales o de interior, puede marcar la diferencia entre una planta dañada y una que se mantiene intacta.
¿Por qué se volvió viral este truco?
En un contexto donde muchas personas buscan soluciones sostenibles, económicas y accesibles, este tipo de recomendaciones se viraliza rápidamente. El hecho de que la sal gruesa sea un producto barato, disponible en cualquier hogar y sin necesidad de herramientas adicionales, lo vuelve una opción muy atractiva para quienes cuidan plantas, ya sea como hobby o como parte de una huerta doméstica.
Además, la creciente preocupación por el impacto de las heladas sobre alimentos cultivados en casa -en particular en tiempos de inflación y encarecimiento de productos frescos- ha impulsado a muchos a buscar formas de proteger sus cultivos sin realizar grandes inversiones.