Una situación "desesperante" y "frustrante" en los centros sociales de Alicante que ya afecta directamente a la atención los usuarios. La salida de 192 empleados de los centros sociales de la ciudad desencadena retrasos en la gestión de ayudas y en las citas para orientación social, que ya se acumulan en estas oficinas, agravando las dificultades de quienes más dependen de estos servicios. Familias, personas mayores y migrantes que recurren a los centros sociales describen una mezcla de desesperanza e incertidumbre mientras intentan sortear las demoras y la falta de respuestas claras. La ausencia de personal no solo ralentiza los trámites, sino que también incrementa la sensación de abandono entre los ciudadanos más vulnerables.