En el horno Rafelet de las galerías de alimentación de la calle Churruca de Alicante, el tiempo no parece haber pasado por delante, pero sí a su alrededor. Hace más de cuarenta años, unos veinte de negocios, entre carnicerías, pescaderías o fruterías, colmaban estas galerías comerciales ubicadas en el centro de la ciudad, en las que ahora una panadería parece ser la "última superviviente".