La sorpresiva decisión del Banco Sabadell de devolver su sede a Cataluña en plena opa del BBVA, tras trasladarla a la ciudad de Alicante en 2017 con el referéndum independentista, ha tenido la rápida reacción de la Generalitat, la Diputación, el Ayuntamiento de Alicante y también del principal partido de la oposición, el PSPV.