«Es el puzle más grande de la historia de Alicante», aseguraba el jefe municipal de Patrimonio, José Manuel Pérez Burgos, mientras contemplaba Torre Placia desde los pies de la estructura. El monumento, ahora recubierto por andamios, vive estos meses el inicio del fin de un procedimiento que comenzó en 1996 y que, finalmente, se saldará con su desmontaje piedra por piedra para, posteriormente, volver a alzarlo en una nueva ubicación. Pese a que los arquitectos a cargo del proyecto también estudiaron la posibilidad de trasladar la torre en su totalidad o incluso de «rebanarla» en segmentos, se ha optado por el desmontaje como la opción más segura para garantizar su adecuada conservación.