Centro de Alicante, junto al Mercado Central y a continuación de la calle Castaños. Una ubicación que suena muy bien contrasta con la realidad de la calle Capitán Segarra. Los peatones que pasan por ella cada día deben de ascender, con toda seguridad, a los millares, pero ni su cantidad de usuarios ni su situación geográfica privilegiada impiden que sea poco más que el muelle de carga del mercado de abastos de la ciudad.