El Espacio Séneca tenía, desde las 9.30 de la mañana, dos largas colas que salían por sus dos puertas principales. Un inmenso colectivo de personas jóvenes y de mediana edad abarrotaban el vestíbulo de la antigua estación de autobuses. Dentro se estaban realizando todo tipo de actividades de orientación laboral y, lo que más expectación generaba, una maratón de entrevistas de empleo.