Que un alcalde alce la voz contra un ministerio siempre es noticiable, más aún si el choque frontal ocurrió durante la Dictadura. A Miguel Pérez Devesa, regidor de Benidorm en marzo de 1975, no le importó oponerse al Régimen y catalogó de «una barbaridad» que el Ministerio de Industria autorizara realizar prospecciones petrolíferas en las aguas de su municipio. Aquel revuelo, elevado a problema de primer nivel en Benidorm, dejaba de ser un rumor y era ya toda una realidad: la empresa Texas Pacific comenzaría a buscar petróleo a 75 kilómetros de la costa a partir del mes de junio.