Preguntas sin respuesta
Cuando un tema no le conviene, Pedro Sánchez calla, y si habla es para no decir nada. Si no miente, niega; y si responde, transforma la pregunta en un ataque a la ultraderecha o a algún enemigo imaginario. Su modo de comunicación es el silencio, o la inversión semántica llamando avance al retroceso, diálogo a la imposición y consenso al sometimiento.