Analizando el declive intelectual de la razón eclesiástica
Durante extensos siglos, la Iglesia católica trascendió el rol de la potestad espiritual para erigirse como la matriz formativa ineludible del pensamiento occidental. Su identidad intelectual se forjó sobre la audaz convicción de que la fe no subroga la razón, sino que la culmina y la perfecciona, un postulado cimentado por figuras monumentales cuyo legado articula la base de la cultura occidental.
