Alarma ante las garrapatas asesinas: los lugares más peligrosos y cómo protegerse
- Fallece un hombre hace cuatro días
- La primera muerte de este año
- En Ávila, Badajoz, Salamanca y León
- Letalidad del 5 al 40%
- Síntomas
- El calor favorece la proliferación de garrapatas
- Amenaza sanitaria
- Medidas de prevención
Inquietud en España por la proliferación de garrapatas y el riesgo sanitario que suponen. La picadura de este parásito de la clase Arácnida resulta especialmente peligrosa, y en ocasiones letal, ya que pueden transmitir enfermedades como la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo. Desde 2013 hasta la fecha, se han registrado quince casos y seis de ellos han sido mortales; el último el sábado pasado.
Frente a la picadura de la garrapata no existe vacuna ni tratamiento específico, según confirma el Ministerio de Sanidad. Por ese motivo, los expertos destacan la importancia de conocer y seguir una serie de medidas de prevención.
Fallece un hombre hace cuatro días
Los dos casos que se han notificado este año por picadura grave de garrapata han resultado mortales. El sábado pasado falleció un hombre de 75 años en el Hospital La Paz, en Madrid, una semana después de que le afectara una garrapata y desarrollara un cuadro febril y malestar general.
Fuentes de Sanidad explican a Confidencial Digital que el hombre sufrió la picadura en el municipio de Buenasbobas (Toledo), una zona cercana a Extremadura, comunidad en la que se han registrado más casos en años anteriores.
El paciente permaneció ingresado unos días en una Unidad de Aislamiento de Alto Nivel, pero acabó falleciendo por “empeoramiento clínico”.
Al día siguiente, domingo, se activó el Sistema de Alerta Rápida en Salud Pública por sospecha de fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, y se enviaron muestras al Centro Nacional de Microbiología para que realizara un estudio, confirmándose así la infección por esta grave enfermedad.
La primera muerte de este año
El primer caso de muerte por picadura de garrapata se registró en 2024. Un hombre de 80 años, residente en Salamanca, la sufrió mientras hacía senderismo en una zona fronteriza con Portugal. Se notificó el 24 de abril a las autoridades y, tras permanecer cinco días ingresado en aislamiento estricto, el paciente falleció.
Desde Salud Pública se realizaron las actividades oportunas para el control, incluyendo muestreos de garrapatas en la zona, información a la población y seguimiento de contactos.
En Ávila, Badajoz, Salamanca y León
Desde la primera detección del virus en garrapatas del género Hyalomma en 2010 y el primer caso humano, en 2016, se ha identificado en garrapatas y animales en numerosas localizaciones, y han seguido diagnosticándose casos humanos en algunas zonas del centro oeste del país, según recoge el informe ‘Enfermedades transmitidas por garrapatas: fiebre hemorrágica de Crimea-Congo’, elaborado por el Ministerio de Sanidad y publicado recientemente.
Las picaduras que se han registrado en años anteriores se produjeron en las siguientes ciudades: Ávila, Badajoz, Salamanca y León. Uno de ellos se contagió en un hospital.
Las personas que realizan actividades al aire libre (agricultores, agentes forestales, excursionistas, soldados) o en contacto con animales (ganaderos, cardadores de lana, trabajadores de mataderos, cazadores, veterinarios), y en general personas que trabajan en estrecho contacto con la naturaleza en áreas endémicas, tienen mayor riesgo de infección.
Letalidad del 5 al 40%
La fiebre hemorrágica por virus de Crimea-Congo (FHCC) es una enfermedad vírica zoonótica –que pasa de un animal a humanos– transmitida principalmente por garrapatas del género Hyalomma.
También existe riesgo de contagio por fluidos corporales de individuos infectados o por aerosoles. Tras un período de incubación de uno a tres días (hasta un máximo de nueve), la infección puede ser asintomática en una proporción elevada (hasta el 90% de los casos).
Algunos casos desarrollan enfermedad severa, con una elevada letalidad que va del 5% al 40%. Esta es más frecuente en mayores de 60 años.
Síntomas
Los síntomas de esta enfermedad se muestran en dos fases: una primera que empieza con fiebre brusca, dolor de cabeza y dolor muscular; y una segunda, la hemorrágica, que es la que presenta mayor gravedad.
El tratamiento es principalmente sintomático: alivia los síntomas, pero no cura la enfermedad. Puede ser útil la ribavirina –un medicamento antiviral– en las primeras fases de la enfermedad, según las fuentes de Sanidad consultadas.
La prevención se basa en medidas de protección personal frente a las picaduras, pasa por la extracción precoz y adecuada de garrapata en caso de sufrir picadura, y por la identificación precoz y manejo de los casos con el fin de establecer medidas de aislamiento y protección individual para evitar contagios de persona a persona.
El calor favorece la proliferación de garrapatas
Las poblaciones de garrapatas no paran de crecer, sobre todo en los últimos años con el progresivo aumento de las temperaturas, advierten desde la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA).
“El cambio climático parece estar multiplicando las poblaciones de garrapatas en nuestro país”, explica el director general de ANECPLA, Jorge Galván.
“El aumento de temperaturas no sólo está dilatando la época de reproducción de estos artrópodos -la primavera cada vez empieza antes y el otoño cada vez termina más tarde- sino que además está acelerando su metabolismo”.
Amenaza sanitaria
Después del mosquito tigre, las garrapatas constituyen la plaga con mayor riesgo sobre la Salud Pública en el territorio español. Son transmisoras de enfermedades potencialmente mortales como la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, la enfermedad de Lyme o la encefalitis.
Desde ANECPLA aconsejan a la población general que extremen las precauciones en sus salidas al campo. “Este virus se encuentra ahora mismo en nivel pleno de circulación y hay riesgo de contraerlo”, advierte Galván.
Galván puntualiza que este riesgo no se circunscribe únicamente a entornos campestres, sino que se extiende cada vez más a los parques y jardines de las ciudades, donde las garrapatas pueden tener contacto con mamíferos como conejos, ardillas, roedores…
Las garrapatas suelen encontrarse en las hierbas altas en entornos naturales (campo, parques e incluso en playas) esperando que pase un hospedador -que puede ser bien un humano o un animal- al que adherirse y alimentarse así de su sangre.
Medidas de prevención
Para prevenir las picaduras de garrapatas, recomienda a la población vestir ropa de colores claros –donde se pueda advertir con facilidad la presencia de garrapatas–, manga larga, pantalones largos y metidos por debajo de los calcetines, usar gorra y camiseta interior.
Se aconseja también aplicar tratamientos antiparasitarios a los animales de compañía, así como revisar minuciosamente la piel y el pelo de las personas y mascotas tras las salidas al campo, poniendo especial atención a aquellas partes del cuerpo donde la piel es más fina y donde el flujo sanguíneo suele ser mayor, tales como las ingles, las axilas, la cabeza, la parte posterior de las orejas, codos, rodillas, etc.
Por último, se sugiere caminar por el centro de los senderos, esquivando las orillas donde suelen encontrarse las hierbas altas, lo mismo que evitar tocar al ganado y a animales salvajes.