El Supremo archiva de forma definitiva la querella con la que Vox quiso impedir la investidura de Sánchez
El pasado mes de noviembre Santiago Abascal y la plana mayor de Vox comparecieron en el Tribunal Supremo para anunciar una querella con la que pretendían frenar la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno. Una querella que, entre otras cosas, acusaba a Sánchez y a Carles Puigdemont de varios delitos por negociar la ley de amnistía como condición para mantenerse en Moncloa y que, según ha sabido elDiario.es, la Sala de lo Penal acaba de archivar de forma definitiva. Los magistrados han rechazado el recurso de súplica de Vox contra el auto que inadmitió la querella el pasado mes de febrero, recordando al partido de extrema derecha que si quiere combatir la amnistía en los tribunales tiene que hacerlo a través de recursos y no de acciones penales.
El partido de Santiago Abascal congregó a sus seguidores en la puerta del Tribunal Supremo en noviembre del año pasado para anunciar que, con su querella, conseguirían frenar la investidura de Pedro Sánchez. “Se inicia un periodo trágico de la Historia de España si no lo evitamos mañana”, vaticinó entonces el líder del partido. La querella acusaba al presidente y a Carles Puigdemont de varios delitos, entre ellos, colaboración con el terrorismo, por negociar la amnistía en el marco de las negociaciones para revalidar el Gobierno con el apoyo de Junts.
Primero fracasó la petición de medidas cautelarísimas con las que Vox pretendía que, de forma inédita, los tribunales frenaran la investidura de un candidato a presidente del ejecutivo central. Después, ya en febrero, la Sala de lo Penal entró en el fondo del asunto y consideró que la querella no podía pasar el primer filtro de la admisión a trámite: la “controversia política, jurídica y social” de la futura ley de amnistía, dijo ya entonces el Supremo, no abre la puerta a la vía penal. “No es más que un acuerdo político”.
A Vox solo le quedaba un recurso de súplica ante la misma Sala de lo Penal y los jueces acaban de rechazarlo. Los de Santiago Abascal, como han intentado hacer en otros procedimientos penales fallidos, alegaron en su recurso que desde febrero hasta hoy había nuevos hechos que sí permitían abrir la causa por varios delitos distintos, entre ellos terrorismo. Desde el texto que salió de la Comisión de Justicia del Congreso hasta toda la negociación que ha cimentado el proceso.
El Supremo, nuevamente con Eduardo de Porres como ponente, ha rechazado el recurso de Vox, el último que podían interponer por la vía ordinaria, marcando el final del trayecto de la acción judicial con la que la extrema derecha intentó paralizar la investidura. Los jueces reprochan al partido de Abascal que pretenda la apertura del caso “sin aportar argumentos sólidos”. También recuerdan que la negociación política que denuncia no constituye un delito. Si quieren combatir la futura ley de amnistía, recuerda el Supremo, debe presentar un recurso, llegado el momento, al Tribunal Constitucional. “A través de los instrumentos de fiscalización que nuestro sistema constitucional reconoce”.
Las últimas elecciones generales dejaron a Vox por debajo del umbral mínimo de parlamentarios para poder presentar recursos ante el Tribunal Constitucional, y en 2023 decidió retomar la vía penal ante el Supremo, donde no hay restricciones a la hora de que los partidos intenten llevar a sus rivales políticos al banquillo. Otra de sus denuncias fue inadmitida en noviembre: en la que acusaban a Pedro Sánchez, Félix Bolaños, Yolanda Díaz, Carles Puigdemont, Arnaldo Otegi y Oriol Junqueras de buscar “la subversión del orden constitucional”. En ese caso, el Supremo llegó a reprochar a Vox que presentaran una denuncia exactamente a la que había presentado hace un año.