Más Madrid pide que la sociedad propietaria del ático que disfrutan Ayuso y su pareja comparezca en la Asamblea
El silencio de Isabel Díaz Ayuso sobre el ático de lujo situado justo encima del piso que comparte desde hace meses con su pareja, Alberto González Amador, ha indignado a los grupos de la oposición en la Asamblea de Madrid. Tanto es así que Más Madrid ha decidido registrar este lunes la solicitud de comparecencia en la Comisión de Vivienda, Transportes e Infraestructuras de la Cámara regional de un representante de Babia Capital Sociedad Limitada, la sociedad propietaria de este inmueble del que disfruta la pareja sin que se sepa a cambio de qué o por qué. En su solicitud, sin embargo, el grupo de Manuela Bergerot se limita a pedir que algún directivo de dicha empresa acuda a la comisión “para informar sobre su valoración en relación a cómo mejorar el acceso a la vivienda en la Comunidad de Madrid”. Una petición que esperan que el viernes, cuando se reúna la mesa, no sea vetada como otras muchas iniciativas de la oposición que el PP tumba sistemáticamente gracias a su mayoría absoluta.
La existencia de esta segunda vivienda fue desvelada hace más de tres meses por elDiario.es, pero la presidenta madrileña se niega a dar explicaciones sobre la utilización de ese inmueble propiedad al 100% de la empresa a Babia Capital SL. Esta sociedad está administrada en la actualidad por Javier Luis Gómez Fidalgo, el fiscalista que representó a González Amador durante la investigación de la Agencia Tributaria sobre su fraude.
La portavoz del Más Madrid, Manuela Bergerot, en declaraciones a elDiario.es, recuerda que “Ayuso no ha dado todavía una sola explicación” sobre esa vivienda “pagada por una empresa privada vinculada con el Grupo Quirón a través de su administrador único” y cree que, “ante su silencio”, se ven en la obligación de “solicitar que sea la propia empresa la que comparezca en la Asamblea de Madrid para informar sobre sus actividades en la Comunidad de Madrid y su relación con la administración pública madrileña, a ver si así podemos obtener alguna pista”.
“Los madrileños que sufren para pagar una vivienda donde vivir merecen explicaciones de la presidenta, unas explicaciones que no debería eludir si no tiene nada que ocultar”, le reta Bergerot.
Babia Capital SL adquirió la propiedad en julio de 2023, en fechas próximas a que Ayuso y su pareja se mudaran al piso de abajo. Desde entonces, la pareja vienen haciendo uso de los dos pisos, según pudo comprobar esta redacción. Alberto González Amador escrituró la compra de la vivienda en la sexta planta en julio de 2022, pero no acudió al Registro de la Propiedad hasta mayo de 2023, una vez celebradas las últimas elecciones autonómicas.
Cuarenta y ocho horas después de registrar esa compra, Babia Capital SL compró a su vez el ático de la séptima planta. Según Ayuso, ella no paga alquiler por ningún inmueble. También ironizó sobre “el lujo” del ático, situado en una de las zonas más caras de Madrid y que cuenta con 176 metro cuadrados distribuidos en cinco dormitorios –tres iguales, uno mayor y otro “de servicio”–, un cuarto de baño principal y uno menor, dos vestíbulos –uno principal y otro de menor tamaño– y una amplia terraza.
González Amador acometió en 2022 unas obras en la vivienda de su propiedad pese a no tener autorización del Ayuntamiento para hacerlo, según admitió el Gobierno de Almeida, que tuvo que entregar el expediente a los grupos municipales que lo solicitaron, aunque lo hizo amputando numerosos datos.
La semana pasada el Debate desvelaba que González Amador había denunciado al Consistorio ante la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) acusándole de filtrar datos relativos al expediente de dichas obras ilegales. El alcalde de Madrid reconoció el viernes pasado que se había producido esa filtración y anunció “una investigación” sobre “accesos indebidos” a la base de datos del Ayuntamiento. “Nosotros somos los primeros interesados en esclarecer quién ha accedido indebidamente a las bases de datos del Ayuntamiento de Madrid y ha hecho un uso espurio y posiblemente ilegal de datos”, se zafó.