Los venezolanos en España y la utilización interesada de su causa
Venezuela ha sido utilizada para denigrar a Podemos, al gobierno del PSOE desde la moción de censura en 2018, y al gobierno de coalición desde 2020. Venezuela para desayunar, Chávez para comer y Maduro para cenar
La oposición venezolana llamó a una movilización mundial en las calles el sábado 17 de agosto. Todo el mundo es consciente de la grave situación de Venezuela ya que de lo contrario no hubieran salido del país más de 7 millones de habitantes en los últimos años. Y no todos son los ricos que se han instalado en la milla de oro madrileña. También sabemos de las sospechas que existen sobre el reciente proceso electoral porque no se han publicado las actas. En este sentido gobiernos de izquierdas de países vecinos como el de Petro en Colombia, Lula en Brasil y Boric en Chile han criticado la situación y han propuesto soluciones para acabar con el conflicto y las detenciones de críticos al régimen.
Pero la oposición venezolana que se ha instalado en Madrid está muy mal informada sobre el país en el que viven y confunden su rabia y sus deseos con la realidad española. Tanto el que ha conseguido la nacionalidad española comprando pisazos en Madrid gracias a las Visa Golden que estableció el gobierno de Mariano Rajoy y que en octubre de 2024 desaparecerán por decisión del gobierno de coalición presidido por Pedro Sánchez, como el pintor que vive en el barrio de Usera, piensan que España es un país socialcomunista que va a acabar peor que Venezuela. Para ellos el gobierno de Sánchez es ilegal e ilegítimo, y sólo Isabel Natividad Díaz Ayuso nos salvará de las fauces del comunismo y de la pobreza.
Obviamente el Partido Popular y la derecha mediática ha repetido este mensaje hasta la saciedad para ganarse el voto y el apoyo de este colectivo. Sólo cabe recordar el pasado viaje de ida y vuelta de senadores y diputados del Partido Popular con el dinero de todos los contribuyentes a Venezuela días antes de los comicios aun sabiendo que no tenían los pertinentes permisos. También políticos de otros partidos solicitaron viajar al país venezolano para asistir al proceso electoral, pero como no obtuvieron la autorización oficial desistieron de viajar inútilmente con dinero público. Aunque, claro, no pudieron hacerse las fotos en el avión ni en Barajas para montar el show. Ni tampoco pudieron poner los tuits donde falsamente acusaban al gobierno de Sánchez de connivencia con el gobierno de Maduro. Es decir, no pudieron tener su minuto de gloria ni en las noticias ni en los titulares reservados en las cabeceras de la derecha para denunciar las tropelías de Maduro y de Sánchez, estableciendo una peligrosa analogía que es completamente falsa.
Entre lo mal informados que están la mayoría de venezolanos afincados en España debido a las mentiras, medias verdades, manipulaciones, y paralelismos interesados de los medios de comunicación de derechas y de las declaraciones públicas del PP y Vox confundiendo intencionadamente a los españoles y al exilio venezolano, están reduciendo su causa a una cruzada contra el gobierno de Maduro obviamente, pero también contra el gobierno presidido por Pedro Sánchez, que fue investido en noviembre de 2023, tras las elecciones del 23J y la investidura fallida de Alberto Núñez Feijóo. El gobierno español es legítimo y legal atendiendo al sistema parlamentario que recoge la Constitución de 1978. Por tanto, esas comparaciones entre Venezuela y España resultan insultantes y tramposas. No debemos olvidar que el gobierno de Mariano Rajoy y su policía política, llamada patriótica, construyó noticias falsas contra Podemos equiparando este partido con el régimen de Chávez y Maduro. La derecha mediática se hizo eco de esta farsa interesada y los jueces de turno, en particular el entregado García-Castellón, hicieron el resto, manteniendo durante años una causa general contra la formación morada.
Venezuela ha sido utilizada para denigrar a Podemos, al gobierno del PSOE desde la moción de censura en 2018, y al gobierno de coalición desde 2020. Venezuela para desayunar, Chávez para comer y Maduro para cenar. Los programas matutinos de televisión hablaban de Venezuela como quien habla de lo que pasa en Toledo, sin conocimiento de causa, junto a un asesinato truculento o con noticias de okupas y anuncios de alarmas en los domicilios. Y al final el abuelo de turno no sabía si ponía la alarma en casa por miedo a los okupas, a Podemos o a los venezolanos de Maduro que venían a expropiarle la casa. Sorprendentemente no se ocupaban de la dura realidad que vivían otros países iberoamericanos como el Brasil de Bolsonaro, la criminalidad de las favelas, o ahora de la Argentina de Milei. Estoy esperando un reportaje serio en televisión sobre cómo viven, o mejor dicho cómo malviven millones de argentinos que están sufriendo las delirantes políticas ultraliberales. Venezuela ha abierto titulares de periódicos y telediarios durante años, pero tampoco eran unos análisis sesudos sobre lo qué pasaba en este país. En realidad no les importaba. En la mayoría de los casos sólo se mencionaba Venezuela para hablar de la supuesta financiación de Chávez a Podemos, denigrar al gobierno desde 2018, o para dar voz a los venezolanos de aquí, que advertían de los gravísimos peligros que nos aguardaban a los españoles si se votaban a partidos de izquierdas.
Al final, entre la manipulación de noticias y las mentiras, las derechas españolas y el exilio venezolano le hacen un flaco a su causa, que será justa y legítima, pero siempre que se olviden de equiparar la situación española con la venezolana. Por eso nunca será popular la causa del exilio venezolano en España, donde se movilizan venezolanos y políticos muy señalados de las derechas españolas con objetivos menos altruistas que apoyar la democracia y la libertad en Venezuela.