Un lago al sur de Francia para vivir una escapada alpina
Se trata del segundo lago más grande de Francia y es considerado el más limpio, con una gran variedad de parques y parajes naturales
Orbaneja del Castillo: un paseo por el pueblo burgalés dividido en dos por una cascada
Es famoso por sus paisajes y sus colores, está rodeado de reservas naturales y es todo un referente en turismo de interior y de agua. El lago de Annecy, al este de Francia, es célebre por ser el más limpio del país galo. En sus 14,6 kilómetros de largo podemos disfrutar de todo tipo de ofertas de ocio. Este fenómeno natural bebe de los ríos Ire, Eau morte, Laudon, Bornette y Biolon, además de recibir caudal de una potente fuente subacuática, el Boubioz, que nace a 82 metros de profundidad. Todo ello lo convierte en el segundo lago más grande de Francia, solo por detrás del lago del Bourget. Los franceses consideran que su extensión está repartida en dos, el Grand y el Petit lac, divididos por el castillo de Duingt, una auténtica joya de la arquitectura medieval.
El lago Annecy vertebra una cantidad generosa de reservas y parques naturales. Si quieres disfrutar de una panorámica completa del lago, te recomendados que te encamines hacia la cascada de Angon, en la reserva natural de Bout du Lac. Hogar del Roc de Chère, es un saliente montañoso que se adentra en el lago, cerca de los pueblos de Talloires y Menthon Saint-Bernard, en la orilla oriental del Annecy. Es una de las reservas naturales más importantes del área. Tiene una superficie de 69 hectáreas y culmina a 601 metros de altitud, precipitándose abruptamente en el lago y mostrando grandes acantilados de 50 a 70 metros de altura.
Esta reserva es el único espacio natural completamente preservado de la actividad humana en torno al lago de Annecy. Se trata de un humedal que incluye dos ríos, el Ire y el Eau Morte, que desembocan en el lago. Esta zona es esencialmente pantanosa, con bosques y praderas que albergan una rica fauna y flora. Las visitas a la reserva se llevan a cabo por senderos señalizados. Debes tener en cuenta que con el fin de proteger la integridad de la zona está prohibido desviarse de estos senderos, y bajo ningún concepto deberás tirar basura en el entorno de la reserva.
El recorrido de la reserva es corto, circular y no supera los tres kilómetros de extensión. Se considera una ruta fácil, ideal para recorrerla en familia. El camino está bien señalizado, con carteles que hablan de la fauna autóctona y cómo identificar sus huellas. Desde mayo de 2010, la reserva natural de Bout du Lac es accesible al público con movilidad reducida, gracias a un sendero que atraviesa parte del lugar a lo largo de 1,6 kilómetros. En el recorrido se encuentra la torre medieval de Beauvivier. Puedes subir al segundo piso del edificio para admirar la panorámica de este extremo del lago de Annecy. Desde esta zona hay vistas del castillo de Duignt.
Annecy, el corazón del lago
La ciudad de Annecy tiene unos 130.000 habitantes. Es una ciudad artística que muestra una sensacional homogeneidad arquitectónica. El paseo por el viejo Annecy es verdaderamente fascinante. Los cautivadores canales, las orillas floridas, los preciosos puentecitos y las hermosas casas con fachadas de colores son motivo más que suficiente para que Annecy reciba el nombre de la Venecia de Saboya.
De sus monumentos es necesario destacar el Palacio de la Isla, ubicado en una isla en medio del río Thiou, que durante gran parte de su historia sirvió como prisión. Es Monumento Histórico desde 1900, además del segundo monumento más fotografiado de Francia, tras la Torre Eiffel.
La Annecy que conocemos hoy es de reciente 'creación': el 1 de enero de 2017, los municipios de Annecy, Annecy-le-vieux, Cran-Gevrier, Seynod, Meythet y Pringy se fusionaron para crear el nuevo municipio de Annecy. Se trata de la mayor fusión de municipios de Francia.
Más de una docena de playas
Del lago Annecy surgen un total de 10 playas fluviales y tres puertos deportivos con bandera azul. Debemos tener en cuenta que la mayoría de estos pantanales no están abiertos al público general, pero eso no impide que podamos disfrutar de una amplia oferta de parajes municipales:
- Playa de Albigny: la playa de Albigny es la más grande de Annecy y se extiende a lo largo de varios centenares de metros. Su fondo es de arena y su suave pendiente facilita el acceso al agua a los más pequeños. Dispone de merenderos, aparcamiento y aseos gratuitos, además de varias heladerías. En su entorno existe un carril bici, por lo que puedes disfrutar de esta playa interior tras un largo paseo a dos ruedas.
- Playa de Marquisats: al igual que la de Albigny la playa de Marquisats es gratuita. Se encuentra a las afueras del municipio de Annecy, y es accesible en autobús mediante la línea 6 de la localidad, con una parada que se encuentra justo enfrente de esta playa fluvial. La playa de los Marquisats es una franja de hierba de unos 20 metros de ancho y 200 metros de largo. Está bordeada por un banco de arena estrecho, y su profundidad aumenta con bastante rapidez, por lo que si vas en familia procede con cautela. Se trata de un entorno muy agradable en verano, ya que está a la sombra. Dispone de un bar y aseos gratuitos a disposición del público.
El castillo de Duingt
Como hemos comentado, los franceses separan el lago en dos áreas por una frontera arquitectónica clara, el castillo de Duignt. Esta fortaleza medieval existe desde hace casi mil años y ofrece eventos culturales en verano. Antiguamente llamado Chateauvieux, el castillo de Duingt está construido frente a la reserva de Bout du Lac, a orillas del lago de Annecy. Perteneció en un principio a la familia Duin hasta el siglo XVI. El castillo medieval fue comprado en 1698 por el marqués de Salles, que lo transformó en una elegante residencia.
Su familia creó cinco hermosos salones pintados, un parque en terrazas que desciende hasta la orilla del lago y un bonito pabellón de música. El castillo está construido sobre una isla rocosa con el lago en perspectiva, lo que lo convirtió en tema favorito de pintores como Cézanne y Suzanne Lansé, así como de fotógrafos. Está declarado Monumento Histórico desde el 4 de agosto de 1994.
En 1796, durante la Revolución Francesa, el edificio fue vendido como propiedad nacional a Jean Babtiste Berthet. Desde hace 200 años, la familia De Certeau es propietaria del edificio y se encarga de su mantenimiento. El mecenazgo de empresas y agentes institucionales contribuye a financiar importantes obras de conservación del edificio. Se pueden observar numerosos parapentes sobrevolando el lago desde el Col de la Forclaz y Planfait.