Una escapada a La Vera: de pueblo en pueblo por una comarca cargada de historia y naturaleza
Famosa por su pimentón y por ser elegida por Carlos I para pasar sus últimos días, esta región cacereña no solo alberga cinco pueblos considerados Conjuntos Histórico-Artísticos, sino también un microclima envidiable a los pies de Gredos
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Posiblemente sepas que el pimentón, cuando es de los buenos, es de La Vera. Pero igual nunca has llegado a preguntarte dónde está ese lugar, cómo es y si, además de su famoso condimento rojizo, tiene algo más que ofrecer. De modo que te vamos a proponer un viaje a una de las comarcas más bonitas y llamativas de Cáceres, ubicada a los pies de la cara sur de la Sierra de Gredos.
Estando donde está, al resguardo de las montañas, La Vera goza de un microclima que le permite lucir una frondosa vegetación, caudalosos ríos de agua cristalina que invitan a refrescarse en verano y un entorno natural privilegiado. Pero además de ser cuna del famoso pimentón con Denominación de Origen, La Vera es conocida por su riqueza histórica y por albergar algunos de los pueblos más bonitos de España, por lo que siempre resulta un interesante destino que descubrir.
La Vera guarda muchas sorpresas en cada uno de sus pueblos, con fiestas tradicionales, productos artesanales y una gastronomía local que fácilmente conquista a quien se anima a probarla, por lo que si quieres un buen plan para un fin de semana diferente, este puede ser el que estabas buscando.
Un lugar cargado de historia
La Vera no solo es un lugar de naturaleza exuberante, también es una comarca cargada de historia. El emperador Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico eligió este rincón apartado y tranquilo para pasar sus últimos días. Tras abdicar, se retiró al Monasterio de Yuste, donde vivió desde 1557 hasta su muerte en 1558. Este monasterio, habitado por monjes jerónimos, se ha convertido en un lugar de visita imprescindible para quienes desean conocer la historia y el legado del emperador. La atmósfera serena del monasterio y su ubicación entre los frondosos bosques de robles y castaños hacen de este lugar un refugio perfecto para la reflexión y el descanso.
En Cuacos de Yuste encontrarás el monasterio, pero también el Cementerio Militar Alemán, donde reposan soldados alemanes que perdieron la vida en suelo español durante las dos guerras mundiales. Este sitio, alejado del bullicio, es un recordatorio de la historia europea y un rincón insólito que pocos esperan encontrar en esta región.
Pero la historia de La Vera va mucho más atrás, pues aquí se han asentado distintas civilizaciones, desde los romanos hasta los musulmanes, que han dejado huellas visibles en la arquitectura y el trazado urbano de los pueblos. Desde entonces, La Vera ha sido un lugar de paso, pero también de asentamiento para quienes buscaban la tranquilidad de sus paisajes y la fertilidad de sus tierras.
Los pueblos más bonitos de La Vera (Cáceres)
La Vera es hogar de numerosos pueblos pintorescos, pero cinco de ellos han sido declarados Conjuntos Histórico-Artísticos: Villanueva de la Vera, Valverde de la Vera, Cuacos de Yuste, Garganta la Olla y Pasarón de la Vera. Eso significa que son la mejor apuesta si quieres descubrir la cara más pintoresca de esta región, pero no la única.
- Villanueva de La Vera: arquitectura popular a la vista
Villanueva de La Vera, declarada Conjunto Histórico-Artístico en 1982, destaca por su arquitectura popular basada en el entramado de madera, un sistema constructivo que llama la atención al pasear por sus calles estrechas y empedradas. Las casas, generalmente de dos o tres plantas, cuentan con balcones de madera y una distribución que revela su función agrícola original: la planta baja para los animales y las superiores para la vida familiar.
Entre sus monumentos más destacados se encuentran la Iglesia de Nuestra Señora de la Concepción, y la pequeña ermita del siglo XVIII. Además, la cercanía de restos prerromanos en el Cerro Castrejón sugiere que esta localidad ha sido habitada desde tiempos antiguos, añadiendo un matiz arqueológico al encanto de Villanueva.
- Valverde de La Vera: villa señorial
Valverde de La Vera, con sus calles de regateras y sus entramados de madera, nos hace recordar tiempos pasados. Su Plaza de España, con soportales de granito decorados con bolas, así como su peculiar picota gótica, son algunos de los detalles que no debemos pasar por alto. La Iglesia de Nuestra Señora de Fuente Claras, con su imponente campanario, es otro de los atractivos, al igual que también lo es su antiguo castillo, ahora parcialmente integrado en la iglesia, que data del siglo XIII.
Valverde es conocida también por la celebración de Los Empalaos, una tradición de Semana Santa que sin duda marca a quienes la presencian, y que añade aún más valor cultural a esta encantadora villa.
- Cuacos de Yuste: el Paraje Pintoresco
Declarado Paraje Pintoresco en 1959, equivalente a Bien de Interés Cultural, Cuacos de Yuste es famoso por albergar el ya mencionado Monasterio de Yuste. Pero el encanto de Cuacos se extiende a todo el pueblo, con su Plaza Mayor porticada y la Plaza de Juan de Austria, donde se encuentra la Casa de Jeromín. Las calles de Cuacos son un reflejo de la arquitectura serrana, con casas de adobe, madera y voladizos que parecen estar atrapados en el tiempo.
Además del monasterio, también cabe mencionar otras referencias arquitectónicas como la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y la Fuente de los Cuatro Caños, que añaden un toque de autenticidad a la visita.
- Garganta la Olla: arquitectura y naturaleza
Garganta la Olla, conocida por sus gargantas de aguas cristalinas, fue declarada Conjunto Histórico-Artístico en 1978. Su arquitectura popular y señorial incluye edificios tan singulares como la Casa de la Seda, residencia ocasional de los Duques de Alba, y la Casa de las Muñecas, de llamativo color azul y con muñecas esculpidas en la jamba izquierda y en la cerradura.
La Iglesia de San Lorenzo del siglo XVI, con su órgano barroco, y la Casa de Postas son algunos de los puntos de interés, sin olvidar el pintoresco barrio de la Huerta.
- Pasarón de La Vera: de piedra y madera
Pasarón de La Vera, declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1998, está marcado por su estructura en torno a tres plazas, donde se encuentran el Ayuntamiento, la Iglesia de El Salvador y el Palacio de los Condes de Osorio. Este último, de estilo renacentista, con dos alturas y construido en mampostería, sillería y ladrillo, es uno de los monumentos más llamativos de la comarca.
Las casas de Pasarón de La Vera, con sus balcones y solanas de madera, nos hablan de una historia de convivencia entre la vida noble y la popular.
Otros pueblos con encanto de La Vera
Aunque estos son los cinco pueblos de especial reconocimiento en La Vera, no puedes dejar de visitar otros, igualmente auténticos y encantadores, en los que hay mucho también por descubrir.
- Jaraíz de La Vera. Conocido como la capital del pimentón, Jaraíz alberga el Museo del Pimentón, donde se puede aprender todo sobre este condimento fundamental en la gastronomía local. Además, sus plazas y la Iglesia de Santa María de Altagracia completan el atractivo de esta localidad.
- Jarandilla de La Vera. La fama se la lleva su Castillo de los Condes de Oropesa, ahora Parador Nacional, pues aquí se alojó Carlos I antes de retirarse a Yuste. El Puente Parral, sobre la Garganta Jaranda, es un lugar ideal para disfrutar de un chapuzón y del entorno natural.
- Madrigal de La Vera. Este pueblo fronterizo con Ávila destaca por la garganta de Alardos y el imponente puente de piedra construido sobre las ruinas de un antiguo puente romano. Su tranquilidad y sus paisajes lo convierten en un lugar perfecto para desconectar.
- Losar de La Vera. Conocido por sus jardines escultóricos que llenan el pueblo de setos de diversas formas, Losar de La Vera ofrece también diferentes rutas para disfrutar de la naturaleza que lo rodea y auténticos monumentos de piedra como el Puente de Cuartos, que cruza la garganta del mismo nombre.