Maíllo pide a la izquierda abandonar las “peleítas ridículas” para construir una propuesta que "mejore la vida de la gente"
El coordinador general de Izquierda Unida llama a un "rearme moral, político y comunicativo" de la izquierda para hacer frente a la ola reaccionaria
Maíllo llama a cambiar el estado de ánimo de una “izquierda acobardada”: “Nos ponemos a la ofensiva”
Izquierda Unida está inmersa en un proceso político para reactivar al espacio político progresista. La llamada Convocatoria por la Democracia, con la que la organización pretende volver a conectar con un electorado que según todas las encuestas está en franco retroceso y que precisamente este martes arranca su despliegue en los diferentes territorios del país. Con ese marco, el coordinador general, Antonio Maíllo, ha hecho una llamada a todo el espectro de fuerzas progresistas para dejar a un lado las “peleítas ridículas en términos históricos” y trabajar para construir una propuesta que sirva “para mejorar la vida de la gente”.
Maíllo ha llamado así a las formaciones que componen Sumar pero también a Podemos, en línea con su propuesta de tender puentes para recomponer el espacio. “Tenemos que hacer un ejercicio de servicio al país, no a nosotros ni a nuestros egos o filias o fobias, sino un servicio al país para construir una política que mejore la vida de la gente. Tenemos que estudiar mucho”, ha argumentado en una entrevista en Hora 25, en la Cadena SER.
El líder de IU se ha mostrado alarmado ante el avance de la extrema derecha en el mundo, tras las elecciones en Estados Unidos y ante los movimientos de los dueños de empresas tecnológicas como Elon Musk o recientemente Mark Zuckerberg hacia posiciones de extrema derecha. “A quienes hemos estudiado la historia de la Europa en el siglo XX, nos estremecen los mensajes de Trump amenazando con intervenir el canal de Panamá, generando presión sobre Canadá para que constituya en nuevo estado”, ha argumentado.
Frente a estos movimientos, Maíllo diagnostica, al menos en España, que la izquierda está “dolorosa, entristecida”. Por eso propone las bases de la convocatoria como una llamada a cambiar el estado de ánimo y ahí ha lanzado el primer aviso a las fuerzas de la izquierda española. “Hay dos opciones. La de sentirse resignado a que la extrema derecha llegue impulsada como signo de los tiempos, hay gente en la izquierda que parece que tene ganas de que PP y Vox estén gobernando ya para no sé qué vas a ejecutar tú ahí y otros que no estamos dispuestos a resignarnos, y eso está en disputa”, ha asegurado en una referencia velada a Podemos.
Maíllo ha querido pasar página del espíritu crítico alrededor de Sumar con el que llegó al liderazgo de IU -“año nuevo, vida nueva”- y ha pedido una “consecución de apoyo necesario para poder sostener un gobiuerno de izquierdas para la próxima legislatura”, precisamente en un año sin elecciones como escenario ideal para conseguir trabajar en una nueva propuesta política.
Es ahí cuando ha pedido a todas las fuerzas de la izquierda apartar sus “filias y fobias” para hacer un “ejercicio de servicio al país”. “La cuestión es saber interpretar el momento histórico en el que la reacción y el autoritarismo se están extendiendo, en un momento en el que se está dando impunidad al Gobierno de Israel para hacer desaparecer a la población en Gaza [...], cuando se está produciendo eso, nuestras peleitas son ridículas en términos de relevancia histórica”, ha dicho para defender la propuesta que su organización ha lanzado para la reconstrucción de la izquierda: un método democrático para elegir los nuevos liderazgos y que genere la cohesión necesaria en base a un “acuerdo programático”.
“El capitalismo está teniendo la tentación, como en otras épocas, de buscar su fórmula más extrema como fórmula de aplicación del capital y de ganancias. Si pretendemos situarnos solo a la defensiva no podemos generar un proyecto alternativo”, ha reivindicado.