El informe del Metro sobre la DANA: siete trenes aislados, cien pasajeros refugiados y caos en las comunicaciones y el 112
La empresa pública Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV), cuyo Puesto de Mando quedó inundado, desconocía a las 20.28 del 29 de octubre la "localización exacta" de 11 trenes con los que no podía contactar
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Documento - Informe de FGV sobre las incidencias del día de la DANA
Dos meses y medio después, por fin, se conocen los detalles de la cronología oficial de lo que pasó con el servicio de Metro durante las horas más críticas de la catastrófica DANA del pasado 29 de octubre. El informe de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) sobre las incidencias de aquella jornada, al que ha tenido acceso elDiario.es, desvela que siete trenes quedaron aislados y que un centenar de pasajeros tuvieron que refugiarse en el complejo principal de la empresa hasta el día siguiente, además de los problemas del Puesto de Mando para contactar con el 112. Los datos del informe, firmado el pasado 13 de diciembre por el gerente, Alfonso Novo, coinciden con la reconstrucción de la cronología publicada por este diario nueve días antes.
El informe de la empresa pública de la Generalitat detalla “de forma objetiva y cronológica” los hechos, aunque advierte de que, a tenor de la “pérdida de todos los equipos informáticos” a consecuencia de la inundación de la sede central de FGV, situado a tiro de piedra del barranco del Poyo, las horas reflejadas son “aproximadas”, con posibles “pequeños desajustes” al estar basadas en notas del parte de explotación, llamadas y registros de Whatsapp, además de los “propios recuerdos de los autores”.
A las 19.05, el maquinista del tren 1135 informó al Puesto de Mando de FGV de que el agua estaba llegando a la cabeza del carril en ambas vías en el entorno de la estación de Paiporta y, “si bien pudo atravesar el tramo con normalidad, avisó que a posteriores circulaciones les resultaría imposible continuar la marcha de seguir subiendo el nivel del agua”. En aquellos momentos, Adif ya había suspendido la circulación tanto de los trenes de alta velocidad (a las 17.45) como de Cercanías (entre las 18.20 y las 18.50).
Dos minutos después, a las 19.07, otro tren (el 7103) informó de la “imposibilidad” de continuar circulando en esa zona “a causa del agua acumulada en la vía, que no permitía percibir el carril”. El Puesto de Mando ordenó que no continuara la marcha, autorizando el retroceso del convoy hasta Picanya, y avisó a todos los trenes que circulaban por ese tramo de que la vía estaba anegada y de que se iba a interrumpir el servicio, “inicialmente de manera preventiva”, entre València Sud y Torrent. Con la paralización de ese tramo, quedaron “aislados” un tren en la estación de Picanya, dos en la de Torrent, dos más en Torrent Avinguda, uno en Picassent y otro en Omet.
El coordinador de seguridad del Puesto de Mando trató de enviar a una pareja de vigilantes a la estación de Paiporta para que observaran el nivel del agua sobre la vía, “resultando totalmente imposible su desplazamiento”. También se envió un tren de reconocimiento sin viajeros, aunque le resultó imposible acercarse a la estación. A pesar de que siete líneas seguían circulando “con relativa normalidad”, el informe destaca que las comunicaciones “ya resultaban especialmente complicadas” por la falta de cobertura en diferentes tramos de la red, tanto del dispositivo tren-tierra (que comunica el convoy con el Puesto de Mando) como de la telefonía móvil.
Aproximadamente a las 19.35, el agua empezó a llegar al complejo de València Sud, que alberga el Puesto de Mando. “Además, algunos de los usuarios que habían llegado en tren hasta València Sud y habían continuado andando hacia Paiporta regresaban informando de la llegada de agua a la estación”, indica el informe.
A las 19.40, el personal de seguridad privada del acceso al complejo de València Sud avistó una “gran masa de agua” que “a gran velocidad” avanzaba hacia las instalaciones de FGV. “Tienen el tiempo justo para abandonar su puesto y acceder al andén de la estación para ganar altura y ponerse a cubierto”, relata el informe de la empresa pública.
En esos momentos, además de altos cargos de la Conselleria de Infraestructuras y de trabajadores del complejo, se hallaban en el recinto un centenar de pasajeros de los últimos trenes que “hubieron de permanecer en esta dependencia hasta su evacuación a la mañana siguiente”.
También a las 19.40, el terminal 'CoordCom' recibió una solicitud de corte de la circulación ferroviaria y de apertura del paso a nivel próximo a la estación de Picanya para la evacuación de vecinos con vehículos. A la misma hora, recibió un segundo aviso de personas que no podían salir de la estación de Paiporta.
A las 19.44, empezó la “lenta entrada” de agua en el vestíbulo de la sala de crisis del Puesto de Mando y se ordenó la retirada de las tapas del suelo técnico. Un minuto después, a las 19.45, se decretó la finalización de todas las circulaciones, tanto en las líneas tranviarias como ferroviarias. Se ordenó la detención a un total de 68 trenes y tranvías, contactados mediante el dispositivo tren-tierra y telefónicamente, “en una estación que reuniera las debidas condiciones de seguridad”.
“Las órdenes de finalización de la circulación al personal de conducción transmitidas por el Puesto de Mando provocaban extrañeza y exigía dar muchas explicaciones, ya que no alcanzaban a comprender la situación, dado que en el resto de la explotación de Metrovalencia no existía afección alguna salvo las averías de los enclavamientos antes referidas”, explica el informe.
A partir de las 19.50, mientras seguía subiendo el nivel del agua en el Puesto de Mando, se ordenó la evacuación del personal prescindible a la primera planta. A esa hora, se apreciaban “ocupaciones de circuitos de vía” en Paiporta y Picanya, “señal de que las instalaciones ya estaban siendo afectadas por el agua”.
Sobre las 20.00, cuando la inundación ya había arrasado todas las instalaciones del complejo de València Sud, el Sistema de Ayuda a la Explotación (SAE) de las líneas 4, 6 y 8, el telemando y los equipos de atención al cliente, además de los teléfonos fijos, dejaron de estar operativos, por lo que las comunicaciones pasaron al dispositivo tren-tierra, al teléfono de emergencias y a los móviles del personal del Puesto de Mando.
“Se gestionó la circulación ferroviaria hasta que se apagó el último puesto de operador de gestión de la circulación, momento en el que se ordena la evacuación total del Puesto de Mando coincidiendo con la entrada de un torrente de agua que complicó enormemente la salida del personal que permanecía en su interior”, relata el informe.
A las 20.11, la Generalitat Valenciana envió la alerta automática a los móviles, un dato que no figura en el informe.
A las 20.15, el personal del Puesto de Mando realizó una nueva llamada general informando de que sus equipos estaban fallando y de que era inminente la evacuación, ordenando por ello la detención de los trenes “en un andén donde fuera posible”.
A las 20.21, aunque aún no había agua por encima del suelo técnico, falló la alimentación de la sala de regulación del Puesto de Mando, por lo que solo quedó operativo el Control de Tráfico Centralizado (CTC), y también hubo problemas de cobertura con la telefonía móvil de emergencia.
A las 20.28, cayó el dispositivo tren-tierra, “por lo que resulta imposible el contacto con 11 trenes de los que se desconoce su localización exacta”. A continuación, se apagaron todos los equipos de la sala de regulación.
Dos minutos después, a las 20.30, el agua empezó a entrar “de golpe” en el Puesto de Mando a través de la puerta principal y de la de emergencia de la sala. Cuando el nivel del agua subió “muy rápidamente”, el jefe de unidad del Puesto de Mando ordenó su desalojo. La subida del agua provocó que el suelo técnico se levantara dejando huecos que, al no poder apreciarse, provocaron varias caídas. Un vigilante de seguridad resultó herido de cierta gravedad.
A las 20.41, todo el personal del Puesto de Mando ya había accedido a la primera planta del edificio de oficinas de València Sud, a excepción del vigilante herido, que sufrió una fractura en la pierna con herida abierta sangrante.
A las 20.59, el jefe del área de Operaciones informó en un mensaje distribuido en el grupo de guardia de la inundación del Puesto de Mando y de la interrupción del servicio hasta nuevo aviso. El personal, refugiado en la primera planta, continuó tratando de localizar y de dar instrucciones a los trenes con los que no se había podido contactar tras el desalojo, en colaboración con otros compañeros que estaban en sus domicilios. También intentaron recabar información sobre el estado del personal de FGV y de los clientes que se encontraban a bordo de los trenes o en dependencias de la entidad.
Además, “tras varios intentos”, contactaron con el 112, informaron al Centro de Coordinación de Emergencias de la suspensión de la circulación y solicitaron la evacuación del vigilante herido, que finalmente fue evacuado, junto con otra persona, aproximadamente a las 02.30 de la madrugada, cuando los Bomberos pudieron acceder al recinto.
A las 21.07, ya se había avisado a todo el personal que tenía que prestar servicio en el Puesto de Mando, tanto en horario nocturno como al día siguiente, de que no se desplazara a València Sud.
A las 21.44, se obtuvo la confirmación de que todo el personal de conducción que había quedado aislado “ya había recibido la instrucción de marcharse”.
El complejo, situado a unos 1.200 metros del barranco del Poyo, quedó totalmente anegado de agua. El personal de FGV, además de un centenar de pasajeros, se refugió en la primera planta de oficinas, en el edificio de la estación y en trenes estacionados en la playa de vía, en el edificio de instalaciones fijas y en los convoyes situados dentro del recinto del taller. “El rescate de todas esas personas fue llevado a cabo, a lo largo de la mañana del 30 de octubre, por técnicos de la Unidad de Seguridad de FGV y por los Bomberos de València, siendo también necesario rescatar a varias personas atrapadas en árboles y en el tejado de la dependencia de control de acceso al complejo”, concluye el informe.