Los esbirros violentos de Negre y Quiles
El acoso a cualquiera que tenga un mínimo de voz en la izquierda es uno de los elementos principales de la estrategia antidemocrática de subversión. El modus operandi es sencillo. Acosar a cualquiera que tenga voz y haya que callar. Te buscan por la calle, te abordan, te hostigan, te acosan y cuelgan en redes un vídeo con las imágenes para que ese acoso se amplíe buscando externalizar el hostigamiento
La guerra de Ucrania hizo que en España hubiera mucha preocupación por la estrategias de desinformación y la influencia de Rusia en redes, youtubers y medios sin ampliar más la mirada y atender a que esas estrategias de desestabilización de las democracias eran realizadas de la misma manera por satélites ultras organizados en una internacional reaccionaria. No es necesario que haya una intervención extranjera para desestabilizar un país porque en todos los países existen una serie de agitadores locales que funcionan del mismo modo protegidos por Trump, Milei, Orban o Abascal.
Que el lanzamiento de un micro de un acosador fascista no nos impida ver el bosque, que a veces haya que poner el cuerpo en la calle ante estos escuadristas no implica que el problema no tenga un cariz mucho mayor y más grave. El personaje patético de Javier Negre puede permitirse ser tan limitado y carente de escrúpulos por ser siervo sumiso de quienes le pagan. Su proyecto de intoxicación está dopado por empresas como Eulen en España y por el PP y Vox, pero su internalización en Argentina con los dólares de Javier Milei y Fernando Cericedo nos muestra que para estos especímenes siempre habrá dinero con el que intentar tomar el poder de manera democrática tras un proceso de intoxicación, como en Argentina, o con golpes de Estado como intentaron los mismos que le financian en Brasil.
España no se libra de esta guerra híbrida y también sufre el ataque de una serie de activistas del odio que haciéndose pasar por periodistas sirven a los intereses políticos de la extrema derecha para quitar del poder a la izquierda por cualquier método, validando, si hiciera falta, los usos violentos. La estrategia de tensión tiene ese objetivo, que prenda la violencia. Javier Negre y Vito Quiles son dos exponentes de la violencia política usando un medio como parapeto que hace de canalizador señalando objetivos a una tropa de escuadristas y camisas negras con capacidad física para transformar el señalamiento en una agresión física. Ese es el fin último, lograr que un desequilibrado o un extremista ejerza la violencia física contra los periodistas y políticos de izquierdas para apartarnos de la vida pública y disciplinar al resto.
El acoso a cualquiera que tenga un mínimo de voz en la izquierda es uno de los elementos principales de esta estrategia antidemocrática de subversión. El modus operandi es sencillo. Acosar a cualquiera que tenga voz y haya que callar. Te buscan por la calle, te abordan, te hostigan, te acosan y cuelgan en redes un vídeo con las imágenes para que ese acoso se amplíe buscando externalizar el hostigamiento al pedir a sus seguidores que aborden por la calle al señalado. Y lo consiguen.
Javier Negre y Vito Quiles pidieron a sus seguidores que si nos ven por la calle nos acosen. El director del libelo EDATV escribió en la red X dirigiéndose al que les escribe “Si le ven por la calle le dan recuerdos de nuestra parte.” Y en varios vídeos instaron a hostigarnos y acosarnos de manera violenta si alguien nos veía. Y claro que siempre hay un ultra dispuesto a seguir la orden cual macaco inadaptado. Les voy a poner algunos ejemplos de lo que he tenido que vivir después de que estos personajes infectos hicieran ese llamado a la violencia contra mi persona.
Un neonazi de Fuenlabrada, luchador de MMA, va pidiendo por redes que le acompañen para ir a buscarme y llevarme a un parque para darme lo que merezco. Siempre necesitan ayuda para ir en manada. Ya los conocemos. En mi canal de Telegram un tipo escribió: “Un día de estos te meteré un tío en la nuca, Maestre… Un tiro en la nuca, Maestre. Quedas advertido, hijo de puta”. Obviamente lo he modificado para que aparezca bien escrito porque estos no suelen saber escribir. Porque no son muy listos. Violentos sí, pero listos no. Es por eso que un tipo con su nombre y apellido y su fotografía bien visible me dejó el siguiente audio en el que me advertía de que me iba a apalear por defender a un gobierno de violadores, corruptos y terroristas. No hay que olvidar que el objetivo siempre es despojar a la izquierda del poder. Nosotros somos contingentes.
Esto es solo una breve descripción de la dinámica violenta que funciona sobre periodistas de izquierdas por parte de estos propagandistas vinculados políticamente a la derecha y la extrema derecha yendo en ocasiones en las listas de estos partidos, como es el caso de Vito Quiles con SALF, su cámara con el PP, o Ndongo habiendo trabajado como asesor de Vox en Madrid mientras hostigaba a los periodistas que cubríamos al partido. El objetivo final es crear un ambiente en la opinión pública irrespirable para sus adversarios, eliminar lo que consideran disidencia y copar todo el espacio público generando inseguridad para cualquier periodista de los medios que señalan de manera continua. Los periodistas de izquierdas y de medios como La Sexta, La Cadena Ser, El País, Infolibre, elDiario.es, La Marea, El Salto, Canal Red o RTVE estarán en peligro mientras estos agitadores violentos sigan operando. Es tiempo de tomarse en serio la amenaza y actuar en colectivo y con un compromiso antifascista y de supervivencia.