Batalla por el Colegio de Médicos de Madrid: el presidente electo vetado ve una “mano negra” en la directiva, afín a Ayuso

Quedaban seis días para que Tomás Merina, el nuevo presidente electo del Colegio de Médicos de Madrid, tomara posesión del cargo. Se cumplía, además, justo un mes desde que salió victorioso de unas polémicas elecciones en el Icomem, que ganó con 4.475 votos quedando por encima del resto de candidatos: la nefróloga Esther Rubio (2.580 apoyos) y el hasta entonces dirigente del órgano colegiado, Manuel Martínez-Sellés, que ocupó el último lugar con 2.393 votos. Pero en la cuenta atrás para abrir una nueva etapa, todo parece haber saltado por los aires.

Este miércoles la Comisión de Recursos del Colegio –una entidad encargada de gestionar las impugnaciones contra determinadas resoluciones– emitió un dictamen por el que aceptaba una de las solicitudes que Sellés presentó durante la campaña y que pedía anular la candidatura de Merina por “no cumplir los requisitos mínimos” para presentarse. En concreto, alegaron que su figura entra en conflicto con el artículo 13 de sus estatutos, que exige a los presidenciables “estar en ejercicio de la profesión”. Merina lleva años retirado de los centros sanitarios, aunque su entorno cuestiona que esto suponga quedar fuera del oficio.

De hecho, han elevado el tema a los tribunales. Este mismo viernes, el presidente vetado ha interpuesto un recurso solicitando medidas cautelarísimas ante el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo de Madrid. En otras palabras, solicita que, al menos de forma provisional, se paralice el dictamen que anula su candidatura hasta que se resuelva esta demanda, que también dará a conocer tanto a la Junta Electoral que avaló su proyecto como a la Comisión de Recursos, que lo invalidó.

Merina insiste en sus intenciones de tomar posesión la próxima semana, tal y como estaba previsto. Pero sus propios abogados no son capaces de confirmar si finalmente este recurso será aceptado en tiempo y forma. Manuel Martínez-Sellés, que ya durante el anuncio por el que se cancelaba la presidencia de su oponente aseguró que no se presentaría a una futura reelección –argumentado el resultado que obtuvo en diciembre, cuando quedó en último lugar–, sostiene en declaraciones a Somos Madrid que no hay ninguna “mano negra” en la decisión de la Comisión, y que “precisamente quería evitar esta clase de conjeturas” retirando a tiempo su candidatura.

Desde Icomem Para Todos, el grupo de Merina, niegan que Sellés esté exento de responsabilidad e incluso hablan de una “maniobra de despacho” y “antidemocrática” instigada por él mismo. Es más, pese a que el nombre de los cinco miembros de la Comisión de Recursos –un cargo rotatorio– no ha trascendido, se ha señalado a uno de los compromisarios que apoyaron a Sellés, Jesús Castellano Alarcón, como el actual secretario de este órgano independiente.

Los compromisarios son figuras de entre los colegiados que avalan unas u otras candidaturas para que estas puedan presentarse, inclinándose por sus favoritos. El nombre de Jesús Castellano lo han revelado tanto Merina como Amyts, el sindicato médico mayoritario (que apoya públicamente a este candidato), además de otras fuertes consultadas dentro del Icomem.

Somos Madrid ha intentado obtener el acta completa con la resolución de la Comisión de Recursos para conocer al detalle su exposición de motivos. No obstante, el propio órgano se ha negado a compartirla alegando que no se les permite “facilitar información sobre expedientes en curso”. Aunque se trata de un mecanismo reflejado en los estatutos del Icomem y catalogado como “independiente”, sus resoluciones no son públicas.

El documento solicitado contiene los escritos de todas las partes implicadas, así como el expediente electoral, el informe previo, otros datos personales y el sentido del voto de cada miembro de la Comisión. “La decisión fue adoptada sobre una cuestión de hecho y valorada por este órgano independiente y ajeno a cualquiera de las candidaturas”, sentenciaron en una respuesta vía e-mail. Ni el equipo de Manuel Martínez-Sellés ni el de Tomás Merina, ambos en posesión del acta, han accedido a facilitar los datos que contiene aludiendo a que la decisión es, en última instancia, de la Comisión de Recursos.

La letra pequeña de los estatutos médicos

La noticia de esta abrupta decisión ha sobresaltado dentro y fuera del Icomem. No solo llega una vez que este último ya se había proclamado ganador por holgada mayoría; además, entra en conflicto con el veredicto inicial de la Junta Electoral del Icomem, que desde el primer momento dio por válida su candidatura. En un documento con fecha del 26 de noviembre firmado por su presidente, Rafael del Río Villegas, se notificaba que habían aceptado la propuesta de Merina para concurrir a los comicios, que tendrían lugar días más tarde.

Para lograr este beneplácito, todos los candidatos debían remitir una serie de documentos que demostraran que cumplían los requisitos para ser elegibles: llevar al menos 10 años colegiados; no estar inmerso en algún tipo de incapacidad legal o estatutaria, ni en prohibiciones explícitas como colegiado; no tener sanciones disciplinarias (salvo que luego haya sido rehabilitado para el cargo); y, como clave de la cuestión, ser un profesional “en ejercicio”.

Merina aportó para este último caso un informe de la Mutual Médica, que acredita a quienes ejercen la medicina por cuenta propia, acreditando que Merina es mutualista desde 2023 y está al corriente de todos sus pagos. Otro de los argumentos esgrimidos por sus contrincantes es que no cumple con los 10 años mínimos de antigüedad como colegiado, pues hubo un parón el 23 de julio de 2009.

Ese año, en el expediente de Merina consta que dejó de formar parte del Icomem por “cese de ejercicio”, aunque retoma su inscripción tiempo después, el 8 de marzo de 2018 y hasta la actualidad. Sus defensores alegan que los estatutos no especifican que esa década de permanencia tenga que corresponderse con los 10 últimos años antes de unas elecciones, y efectivamente en la normativa no se especifica que deba ser así. Sean cuales sean las opiniones de cada figurante en esta historia interminable, habrá de ser la Justicia o el propio Colegio de Médicos de Madrid quienes determinen en qué quedará toda esta letra pequeña de la ley.

Las polémicas de Sellés y acusaciones de cercanía con Ayuso

Aunque no parece que vaya a revalidar en el cargo, la figura de Sellés ha sido señalada desde el inicio de la campaña. O incluso antes de empezar. En la semana previa a las elecciones dimitió por sorpresa la que era vicepresidenta en su junta directiva, Luisa González. Quien, sin embargo, no iba a integrar su equipo en caso de revalidar el cargo. Su marcha se produjo entre acusaciones por falta de transparencia que dirigió hacia el presidente, ante lo que el Icomem lanzó un comunicado asegurando que González tuvo a su disposición la información “en todo momento”.

Pero el ruido vino a ensanchar la leyenda que ya existía en torno a Martínez-Sellés. En 2021, tan solo un año después de entrar al poder, dimitieron hasta cuatro vocales de su directiva en una semana; antes de eso, otro miembro hizo lo propio al poco de llegar a la cúpula del Icomem. Las circunstancias casi lo llevaron a disolver su equipo y estuvo al borde de la repetición electoral, pero pudo salvar los muebles. También recibió numerosas críticas desde el sector sanitario cuando mostró su apoyo a la postura del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso en la huelga por las urgencias extrahospitalarias de 2022, en las que el Icomem se desvinculó de los sindicatos y pidió parar las protestas.

“Hemos sido transparentes en todo momento”, se defendía Sellés esta misma semana, ya habiendo abandonado cualquier idea de alargar su mandato. De momento, sigue en funciones. “Me parece muy triste que se hagan acusaciones sin pruebas contra mí. La decisión viene directamente de la Comisión de Recursos, que es un órgano independiente, y yo la conocí el mismo día que el resto, ni más ni menos”, declaró a este periódico. Se refiere al jueves, 16 de enero, por la mañana. Sobre este dictamen, al que en su caso sí ha tenido acceso, asegura que se basa en unos argumentos “muy sólidos”.

La principal incógnita es por qué la Junta Electoral no los tuvo en cuenta desde el primer momento, pues aunque sea un órgano temporal –se constituye el día en el que se convocan elecciones y se disuelve hasta nuevo aviso una vez se toma posesión en la Presidencia– también consta en los estatutos y puede dirigirse a los servicios jurídicos del Colegio para resolver cualquier tipo de duda técnica o legal. De hecho, en su momento existió una cuarta candidatura que quedó fuera al considerarse que no cumplía los requisitos mínimos para participar en las elecciones. Nadie sabe aún cuándo habrá una respuesta definitiva para todas estas preguntas. Lo que está claro es que, en apenas 48 horas, todos los actores han movido ficha.