La Acadèmia del Cinema Català pide disculpas por "la comunicación" y la "revictimización" en el caso Eduard Cortés
La institución explica sus actuaciones tras la denuncia de 27 mujeres al director catalán que puso de relieve las contracciones de los protocolos de actuación diseñados contra el acoso
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El pasado mes de diciembre, Eduard Cortés, director de series como Merlí y Ni una más, fue acusado por 27 mujeres de “acoso sexual” en una investigación publicada por El País. Anteriormente, la Acadèmia del Cinema Català ya estaba estudiando la denuncia pública de acoso que había hecho una de ellas en las redes sociales. No obstante, el cineasta solicitó su baja “por motivos personales” el 25 de noviembre, por lo que el expediente sancionador quedó “en suspensión”, a pesar de que se llegó a constituir una comisión experta especializada en violencias sexuales.
En su denuncia pública, el colectivo de afectadas hizo hincapié en lo que a su juicio fue una deficiente actuación por parte de las instituciones a las que acudieron. Estas mujeres escribieron un comunicado que alertaba de “las grietas” en “la sociedad, en la industria y en el sistema legal” cuando se procede a denunciar este tipo de casos. Este miércoles, la Acadèmia catalana ha emitido un comunicado en el que se disculpa por “las rendijas comunicativas” entre “las víctimas y la entidad”, y por “cualquier gestión que haya podido causar revictimización”.
En su escrito, la Acadèmia quiere dejar claro que se aplicó correctamente el protocolo diseñado. El organismo asegura que en cumplimiento del artículo 13.2 de sus Estatutos, que definen al régimen disciplinario de la entidad, “la Junta directiva aprobó de oficio el 30 de octubre la apertura de un procedimiento sancionador”.
Asegura también la Acadèmia que “actualmente, mantiene un canal de comunicación abierto con ellas [las víctimas], con el objetivo de seguir trabajando en la erradicación de las violencias machistas” y lamenta “cualquier gestión [por su parte] que haya podido causar revictimización”.
Pasa entonces el comunicado a explicar que “el primer paso del procedimiento iniciado el 30 de octubre fue la constitución de una comisión por una abogada y una psicóloga especializadas en violencias machistas y la coordinadora del Departamento contra los abusos”. A partir de los testimonios de las víctimas en las redes sociales y en los medios de comunicación, según el comunicado, “la comisión analizó los tipos de violencias sufridas por las denunciantes, e identificó acoso sexual quid pro quo”.
Ciberacoso
Se trata, en palabras de la Acadèmia, de “un chantaje sexual por el que se fuerza a la persona acosada a elegir entre someterse a ciertos requerimientos sexuales o perder o no tener acceso a ciertos beneficios o condiciones en el trabajo”, lo que implica un abuso de autoridad. También reconoce el comunicado que “en las conductas descritas por las actrices a través de las redes sociales, se visibilizan diferentes situaciones de desigualdad de poder (como la edad y la trayectoria profesional, y la posición en la industria del cine)” y que “según refieren los relatos”, Cortés las utilizaba para ocupar una situación de superioridad, “desde la que realizar chantaje sexual para poder acceder a estas oportunidades”.
“La comisión”, revela la Acadèmia del Cinema Català, “concluyó que las víctimas habían sufrido ciberacoso sexual, un tipo de acoso sexual o por cuestiones de género a través del ámbito digital”.
“Teniendo en cuenta la gravedad de los hechos, y de acuerdo con el artículo 6.4 del Reglamento interno de la Academia, se determinaron dos medidas cautelares”, asegura la Acadèmia en el comunicado. A continuación pasa a exponer las citadas medidas: “Por un lado, la suspensión de los derechos correspondientes a la condición de académico durante la vigencia del procedimiento sancionador, y por otro, la descalificación para la participación en los Premios Gaudí o cualquier otro proyecto o actividad de la Academia para la que se haya establecido un procedimiento de inscripción, selección o similar”.
Pero explica el ente del cine catalán que “en el momento en que iban a comunicarse estas dos medidas cautelares a Eduard Cortés, la Academia recibió su solicitud de baja voluntaria como académico”. Ante este hecho, y dado que el reglamento de la entidad no permite actuar sobre personas que no sean socias, el expediente quedó archivado provisionalmente y, según sostiene el escrito, “se reabrirá de forma inmediata en caso de que esta persona solicite de nuevo alta”.
La Acadèmia también quiere dejar claro que “aplicó el código de conducta incluido en las Bases de los Premios Gaudí, que contemplan en el artículo 16 la posibilidad de no permitir la participación ni asistencia al acto de ninguna persona implicada en un caso de violencia sexual. Finalmente, el comunicado se cierra con el rechazo de la Acadèmia del Cinema Català ”a las violencias machistas y el abuso de poder“ y reitera su ”voluntad de actuar ante cualquiera de estas conductas que se den en su organización“.