Los errores que cometemos al lavar la ropa blanca que la dejan con un color grisáceo
Aunque parezca misión imposible, mantener nuestra ropa blanca en buenas condiciones por más tiempo es posible; solo hay que seguir una serie de consejos para que salga intacta de la lavadora
Cómo limpiar una sartén quemada y dejarla como nueva
No hay nada comparado con una prenda de un tono blanco nuclear, quedan bien con prácticamente todo, pero mantener ese color intacto no es siempre tarea sencilla. La cotidianidad de las tareas del hogar no nos hace inmunes a los errores, especialmente cuando hablamos de poner la lavadora. Ropa blanca que se vuelve grisácea, manchas amarillentas o tejidos que se resienten pueden ser tu día a día si no sabes cómo lavar tus prendas de forma correcta.
Poner lavadoras tiene reglas no escritas que debemos seguir a pies juntillas para que nuestras prendas no se dañen. Con el paso del tiempo es normal que nuestras prendas o la ropa de casa vayan estropeándose. Sobre todo a las que más uso damos como toallas, sábanas, manteles o edredones. Pero si seguimos una serie de pautas a la hora de hacer nuestra colada de ropa blanca, nos aseguraremos mantener nuestras prendas a salvo durante más tiempo. Te contamos cómo.
Aunque es evidente, a veces se nos olvida que cada prenda tiene su propia composición. Un jersey no está hecho con los mismos tejidos que una toalla o un mantel.
Para saber qué tipo de necesidades tiene tu ropa es imprescindible mirar la etiqueta y hacer caso de las instrucciones del fabricante. Para empezar, algunas prendas no aceptan el lavado a máquina y tenemos que lavarlas a mano para que no se estropeen. En el etiquetado se nos indica también a qué tipo de temperatura debemos lavar la ropa, el detergente recomendado y si se puede meter en la secadora o no. No leer la etiqueta con atención es el primer error que cometemos a la hora de lavar nuestra ropa.
No mezclar los colores
Otro de los errores que puede echar a perder nuestra ropa blanca es mezclarla con ropa negra o de color, aunque sean tonos claros. Separar la colada es muy importante, y un error puede estropear la prenda rápidamente.
Si la mezclamos con ropa negra, es fácil que cuando la saquemos de la lavadora haya absorbido el color negro y se haya oscurecido cogiendo tonos grises. Si la mezclamos con ropa de colores fuertes, también corre el riesgo de terminar de color rosa, azul o naranja, dependiendo de los tonos de la ropa con la que hayamos mezclado. Incluso meter en una misma colada ropa blanca y de tonos claros puede terminar estropeándola con el paso del tiempo. Por eso, aunque te lleve más rato y sea más engorroso, es mejor separar bien las coladas.
Para eliminar toda la suciedad y manchas visibles, necesitas usar un detergente que sea capaz de limpiar a fondo. La calidad del detergente importa, así como la cantidad que usemos. Utilizar más jabón del necesario puede empeorar las prendas dejándolas rígidas y ásperas. Para nuestra ropa blanca puede ser útil utilizar en algunas ocasiones algún quitamanchas específico o blanco nuclear en polvo.
Otro factor muy importante es la temperatura del agua. Si nuestras prendas no están muy sucias, usaremos agua fría para mantener nuestras prendas blancas en mejores condiciones por más tiempo, y además las deja más brillantes. El agua caliente la utilizaremos para las prendas que tengan manchas más complicadas o si así lo indica su etiqueta. Fíjate bien porque en casi todas las lavadoras hay un programa específico para ropa blanca.
Cómo blanquear la ropa grisácea
Pero tranquilo, porque si te has saltado alguno de esos pasos por error o con el tiempo tu ropa blanca ha ido cambiando de tono, no está todo perdido. Hay algunos remedios que podemos poner en marcha para intentar recuperarla y dejarla como el primer día.
- Puede que la lejía sea el primer producto que te venga a la mente para recuperar tu ropa blanca. Es cierto que es una de las formas más rápidas para blanquear, pero tienes que tener en cuenta que es un producto de limpieza bastante agresivo y que puede terminar estropeando los tejidos.
- Una fórmula muy eficaz para recuperar el blanco en las prendas que se han vuelto grises es utilizar un blanqueante en polvo durante el lavado. Lo añadiremos al cajetín de la lavadora o directamente al tambor, según especifique el fabricante del producto. Seguiremos sus indicaciones también sobre cantidades. Estos productos son muy útiles también para eliminar los malos olores de las prendas.
- Para manchas más persistentes, como las que se adhieren a los calcetines, podemos usar dos cucharadas de bicarbonato junto a medio limón. Con esa mezcla frotaremos las zonas más sucias y dejaremos actuar la pasta durante unos minutos. Después podemos lavarlos en la lavadora usando blanqueante, así obtendremos un mejor resultado. Este método también es muy eficaz para las manchas de sudor en las prendas blancas.
- Otro producto que podemos utilizar para eliminar las manchas es el vinagre, bien añadiendo una taza durante el ciclo de enjuague, bien dejando la ropa a remojo en un barreño con vinagre blanco y agua. O el agua oxigenada, muy efectiva para desinfectar las prendas y limpiar manchas en ropa blanca. Lo que haremos será añadir un vaso de agua oxigenada en el ciclo de lavado, mejor con agua caliente en este caso.
- Por último, y aunque parezca sorprendente, también podemos sumergir nuestras prendas blancas en leche durante unas horas para eliminar manchas y devolverle el brillo.
Con nuestras prendas ya limpias, también es importante seguir una serie de instrucciones a la hora de secar la ropa. En general, la mejor solución siempre que podamos es secarla al aire libre y que le dé el sol. En el caso de las prendas blancas, les ayudará a lucir mucho más relucientes. Otro factor que no debemos pasar por alto es sacar de la lavadora la ropa nada más termine el ciclo de lavado. De lo contrario, corremos el riesgo de que se arruguen más de la cuenta y que cojan olor o manchas de humedad.