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Un grupo de desokupas de Valladolid se equivocan de dirección en Monforte y acaban denunciados por coacciones

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La empresa Desokupa CyL retiró de la red social TikTok el vídeo —que continúa accesible en Instagram—en el que se veía cómo increpaban al propietario a través de la puerta. "¡Que no es tu vivienda, cara de culo!"

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Ir a desokupar y volver denunciado. Eso fue lo que le pasó a un comando de la empresa vallisoletana DesokupaCyL en su incursión en Galicia. En Monforte de Lemos (Lugo), un error en la dirección los llevó a una puerta equivocada, a través de la que increparon al propietario y lo amenazaron con grabarle y mostrarlo en TikTok “para que todo el mundo lo conozca como el sinvergüenza de Galicia”. El hombre, que intimidado por la presencia de los individuos no llegó a abrirles en ningún momento, los ha denunciado por acoso, intimidación y coacciones.

Desokupa CyL, con un emblema tan parecido al de la Policía Nacional que podría confundir a un espectador despistado, presume de ser la primera empresa del sector en la comunidad de Castilla y León. Siguiendo el modelo implantado por Daniel Esteve, el fundador de Desokupa, su propietario, Luis Núñez retransmite toda su actividad a través de las redes sociales, uno de sus métodos de intimidación, al amenazar a los supuestos infractores con “hacerlos famosos en TikTok”. En tono chulesco y siempre con su equipo detrás, en modo guardaespaldas, anuncia sus actuaciones: “Hemos venido a Galicia para hacer dos desokupaciones. Estoy seguro de que se van”. Acto seguido, intenta una broma zafia: “Me encanta Galicia: hay buen mejillón, buena almeja y muy buen marisco”, para finalizar con su lema: “Señores, ¡okupas, fuera!”.

Son dos los vídeos que DesokupaCyL graba de su llegada a Monforte, y en ambos, gustándose, Núñez repite el chiste. El tercero —que ha desaparecido de su cuenta de TikTok, pero sigue en la de Instagram—es el que transcurre en el portal y el descansillo del asustado vecino. Antes de entrar, uno de los empleados dice el nombre de la calle: “Francisco Moure”. En plano se ve claramente el número, el 36. Su objetivo real, al parecer, estaba en el 38...

“Si eres el propietario, demuéstralo, espabilado”

Tras llamar a la puerta del piso equivocado, Núñez —secundado por dos de sus empleados— responde a la persona que pregunta desde el interior: “Vengo en nombre del propietario, quería hablar con vosotros. Vivís de una forma fraudulenta e ilegal. Debéis 26.500 euros. Lo mejor que podéis hacer es salir y hablar conmigo o podemos hablar a través de la puerta”.

El tono tranquilo del principio, donde DesokupaCyL ofrece alcanzar un acuerdo o dar un tiempo para buscar un nuevo alojamiento, poco a poco va desapareciéndo. Las interpelaciones respetuosas —“Caballero...”— se intercalan con insultos: “¡Que no es tu vivienda, cara de culo!”. Las explicaciones, que se intuyen, del propietario reivindicando la legalidad de su comportamiento, caen en saco roto una y otra vez.

“Ya lo verás no, voy a llamar a la policía para que lo demuestres tú, espabilado. Y voy a ir a tu trabajo y te voy a hacer un vídeo que vas a salir guapísimo en todas las redes sociales como el sinvergüenza de Galicia. Y a tu mujer también, que trabaja en un hotel. Es más: voy a ir ahora mismo al hotel para registrarnos allí, pasar la noche y mañana venir aquí otra vez”, le impreca. Pese a ofrecerse ambos a hacerlo, ni uno ni otro avisarán en ese momento a los agentes.

Aunque no se oye, por la réplica de Núñez es fácil imaginar la respuesta que llega desde dentro a su discurso: “Creo que el que se va a ir a la mierda eres tú”. “Si es de tu propiedad llama a la policía y demuéstramelo. No me voy a ir de aquí. Tengo toda la información suya”. Sólo le faltaba la dirección correcta y otro detalle menor: que el hombre, según cuenta El Progreso, no tiene pareja.

Todo el vídeo dura seis minutos y finaliza con uno de los empleados de DesokupaCyL pegando en la puerta de la vivienda, tapándole la mirlla, una notificación encabezada por ese logo tan parecido al de la policía en la que se lee que ese piso está “ocupado de forma irregular”. Mientras se van, comentan que los supuestos inquilinos “están sin luz”.

“Llamar a una puerta no es un delito”

El diario lucense, que fue quien adelantó la noticia, asegura que el propietario pasó varios días angustiado, hasta que decidió contratar a un abogado, tras lo que interpuso ante la policía una denuncia por acoso, intimidación y coacciones. En el espacio de TVG Hora Galega hablaron con él a través del telefonillo de la vivienda y confirmó la presentación de la denuncia.

Acto seguido, en el programa muestran una conexión por móvil, con un representante de DesokupaCyL, seguramente Núñez, aunque no lo aclaran. Ese portavoz insistió en que ellos no habían cometido ningún error, sino que había sido el propietario quien les dio la dirección equivocada.

En la conversación con la periodista, intenta quitarle hierro a lo sucedido. “Tampoco pasa nada, no estoy cometiendo ningún delito por llamar a una puerta”. Finaliza diciendo que, cuando regrese a Monforte dentro de un mes, para finalizar la desokupación en la dirección correcta, irá a decirle “que fue una confusión”. Habrá que ver si tiene que decírselo, otra vez, a través de la puerta.




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